Crítica de SensaCine.com para Un gato en París: Un polar animado

Sin necesidad de grandes pirotecnias de producción ni de efectos especiales, 'Un gato de París' resulta uno de los films de animación más deliciosos de estos últimos años y, probablemente, el primer polar de dibujos de la historia. La película se desarrolla como un thriller nocturno donde una madre policía y su hija pequeña traumatizada por la muerte del padre se enfrentan a unos mafiosos asesinos con la ayuda inesperada de un ladrón con buenas intenciones y el gato de la niña que se pasea por los techos de París.

Jean-Loup Felicioli y Alain Gagnol aúnan las referencias a la comedia física más clásica, del slapstick a Jacques Tati, con los tintes oscuros del policíaco francés y los guiños al cine de Quentin Tarantino. Su dibujo de trazos sencillos recuerda el encanto de los libros infantiles ilustrados más que la sofisticación de las películas de grandes productoras como Pixar o Dreamworks, y pone en evidencia que no hacen falta grandísimos presupuestos para servir una más que digna película de animación que evita el tono más edulcorado del cine infantil sin olvidarse por ello de quienes son sus espectadores potenciales.

A favor: Una excepción a tener en cuenta en un panorama, el de la animación, monopolizado por muy pocas productoras.

En contra: Que pase desapercibida por su humildad y procedencia.