Pradera de fuego

Primera y única obra de Andrew Chapman, Pradera de fuego se plantea como un thriller alrededor de las sectas religiosas de Estados Unidos intentando unir acción, intriga y reflexión sobre los sucesos narrados. Intentando, claro está. Como thriller funciona medianamente bien, mantiene cierta tensión e interés, aunque para ello el espectador deba dejarse llevar y entrar en la inercia de la narración antes que porque esta esté bien resuelta. La intriga es mínima y no atrapa, pero también aporta al entretenimiento. Muy poco, pero algo es algo. El mayor problema de Pradera de fuego y lo que hace de ella una muy mala película, aparte de estar rodada con total desidia y una falta considerable de gusto visual, reside en que intenta proyectar una cierta visión sobre el fanatismo religioso en Estados Unidos y acaba siendo una simple excusa de contexto para el despliegue de la acción. Es decir, qu