Crítica de SensaCine.com para Un funeral de muerte: Risas en el velatorio

Los secretos que esconden todas las familias suelen ser terreno abonado para el drama. El veterano Frank Oz, voz original de los teleñecos clásicos, decide darles un giro cómico en este film en que un responso fúnebre sirve de excusa para propiciar una serie de desencuentros familiares (entre Daniel, su hermano famoso y egocéntrico, la prima con el novio que ha ingerido accidentalmente un montón de drogas, el colgado que sigue persiguiendo a esa prima, el abuelo minusválido que no deja de incordiar, y ese hombre enano a quien nadie parece conocer excepto el padre fallecido...) que se acumulan hasta desembocar en el caos. Oz maneja el ritmo de la película de forma eficaz, dosificando sabiamente gags, revelaciones sorpresa y puntillas. 'Un funeral de muerte' funciona como comedia negra para toda la familia que, sin alcanzar la hilaridad de los grandes títulos del género, al menos se aleja de esa querencia por el romanticismo y la ñoñez que ha encorsetado a la comedia británica en los últimos años.

Lo mejor: Que sigan resultando divertidos gags tan vistos como el del tipo que no puede sacarse el colocón de encima o el del cadáver a punto de caerse del ataúd.

Lo peor: Podría haber sido todavía más negra...