Crítica de SensaCine.com para Juez Dredd: Stallone no es Dredd, pero sí la Ley

La primera adaptación cinematográfica del personaje de cómic del Juez Dredd, creado por John Wagner y Carlos Ezquerra, no contó con el reconocimiento de los historietistas, que no veían a su criatura representada por la encarnación de Sylvester Stallone en la película de Danny Cannon. No le falta razón, aunque el principal responsable del distanciamiento del antihéroe original sea el guión de William Wisher, Jr. y Steven E. de Souza, mucho más preocupado por sacar punta a la mitología sci-fi de la distópica Mega-City One y crear una amenaza digna del cine comercial de gran espectáculo de la época que por mantenerse fieles al personaje.

No obstante, en los momentos en los que Stallone mantiene el icónico casco de Dredd puesto, es sensato reconocer que hace un buen trabajo. Como también es reseñable la extraordinaria violencia de la película, donde el conteo de cadáveres puede convertirse en tarea imposible. Cierto que Cannon y sus guionistas convirtieron a un personaje de cómic oscuro y contundente, represenación del autoritarismo y represión policial en el Reino Unido de los años 70, en una suerte de expendedor de one-liners y plomo, pero 'Juez Dredd' se mantiene defendible como ejemplo de cine de acción gamberro y bruto de los 90. Para un buen acercamiento al personaje, 17 años después Pete Travis y Alex Garland hicieron un excelente trabajo.

A favor: Los efectos especiales y la dirección artística, con detalles como los trajes diseñados por Gianni Versace.

En contra: Toda la buena música que la película produjo (Jerry Goldsmith, Manic Street Preachers) y no llegó a contener.