Crítica de SensaCine.com para Casper: Fantasmas para niños

Brad Siberling se ocupó de dar forma cinematográfica en Casper al famoso niño fantasma televisivo en una película indudablemente dirigida al público infantil y que, fuera de él, resulta complicado pensar en que funcione, y aun así Casper se alza como un cuento de fantasmas infantil que puede adecuarse perfectamente a ese cine para toda la familia inofensivo e insignificante pero medianamente entretenido. La película de Siberling pretende ser lo anterior y lo consigue, introduciendo además un cuidado trabajo en la ambientación y escenografía de la película así como trabajando junto a James Horner una banda sonora jazzística que acaba dando a Casper un sentido dinámico que impide que el ritmo se detenga.

Los actores se toman en serio su labor y eso ayuda a que la película se sostenga aún más. La historia más o menos responde a todos los elementos constructivos del cine infantil, moraleja final incluida, y lo hace con tanta frescura como infantilismo cayendo como suele ser inevitable en este tipo de productos, en momentos muy sensibleros. No obstante, película que los más más pequeños seguramente apreciarán. Luego crecerán y posiblemente sentirán vergüenza de ello, pero a todos nos ha pasado algo similar.

A favor: ver a Bill Pullman en estos fregados siempre ayuda a ver el lado bueno de las cosas.

En contra: Todos los momentos, y son bastantes, ñoños.