Crítica de SensaCine.com para Waz: Entre Saw y Seven

El director británico Tom Shankland, tras rodar para televisión Ninguna noche duro lo suficiente, realizó Waz. En ella, Shankland introduce al espectador en una trama criminal en la que dos investigadores deberán rastrear las pistas que tienen para detener a un psicópata que, como no podía ser de otra manera, no se contenta con el simple asesinato, sino que envuelve a este de una patina más complicada (conceptual) y su ejecución de la manera más salvaje posible.

Asía, Shankland toma como modelo claro, y es demasiado obvio, a Saw y a Seven, cada una por unos motivos para, una vez mostrados sus referencias, dar la vuelta a la película e intentar construir un relato que, como en la película de Fincher, se lance una mirada hacia la crueldad del mundo actual dejando de lado la naturaleza de los crímenes. Sin embargo, estas intenciones acaban ahogándose a pesar de que descubrir la identidad del asesino poco a poco vaya pasando, o eso parece, a un segundo plano; y lo hace por el director acaba cayendo en lo grotesco de los crímenes antes que en otras cuestiones que habrían dado a Waz un peso más relevante. Aun así, un buen thriller, consistente y bien resuelto.

A favor: La atmósfera creada por el cineasta y su mirada hacia la realidad.

En contra: Que al final el referente Saw acabe teniendo mucho peso.