Crítica de SensaCine.com para Il divo: La spettacolare vita di Giulio Andreotti: Fantasmas italianos

Este film de Paolo Sorrentino analiza la vida de uno de los personajes más oscuros de la historia italiana del siglo XX, el temible Giulio Andreotti. La película muestra al Andreotti actual (un Toni Servillo maquillado para la ocasión), un señor de 90 años que recuerda al Nosferatu de Murnau, o a una versión italiana de Manuel Fraga. Y mediante recuerdos, flashbacks e interludios musicales, se nos cuenta su vida pasada, desde su adhesión al régimen fascista de Mussollini hasta su implicación en diferentes casos de corrupción, que lo apartaron de la primera plana de la política italiana, aunque sigue siendo senador vitalicio, ya que nunca se le pudo implicar en sus relaciones con la mafia.

Para Sorrentino, Andreotti es la imagen de Italia, un país bello en sus orígenes pero envejecido y contaminado por la corrupción, por la herencia del fascismo y las luchas de poder. Andreotti es efectivamente Italia, o quizás no hay nadie mejor que Andreotti para definirla, pues él mismo participó en casi todos los acontecimientos de la Italia de la segunda mitad de siglo XX: la reconstrucción tras el fascismo, la industrialización del país, la celebración de las Olimpiadas de Roma, la lucha contra el terrorismo y el asesinato de Aldo Moro, las relaciones con la camorra...

Sorrentino lo filma con un estilo bastante extraño en él, ya que hasta entonces se había especializado en melodramas más bien íntimos y tranquilos. E 'Il Divo' es una película más bien estridente y explosiva, que por momentos recuerda al cine de Tarantino, especialmente en sus montajes de la vida de Andreotti y en su uso de los intertítulos. Una película quizás excesiva en su estilo, pero que sirve para conocer a uno de los personajes más oscuros del país italiano.

A favor: El retrato sin pelos en la lengua de Andreotti.

En contra: Que su estilo desmesurado caiga a veces en lo desagradable.