Crítica de SensaCine.com para Rompedientes: Con tutú y a lo loco

Siempre es divertido encontrarle diferentes registros al prototipo de matón de instituto que interpreta una y otra vez papeles de tío duro (véase el caso de Channing Tatum en 'Infiltrados en clase' o Van Damme en 'JCVD') A The Rock le toca calzarse el tutú y las medias en 'Rompedientes' para interpretar a un jugador de hockey sobre hielo fracasado y de vuelta de todo que una noche recibe el castigo de convertirse en el equivalente estadounidense de nuestro Ratoncito Pérez patrio.

Pese a las correctas intenciones iniciales y unos cuantos gags gamberros, la película naufraga en su propio 'buenismo sentimental', ya que hacia la mitad del metraje el guión empieza a balancearse para terminar ofreciéndonos una moraleja demasiado seria sobre el compromiso, el triunfo del amor y la consecución de los sueños, más propia de una producción Disney que de la dislocada propuesta inicial. De todos modos, la sola presencia física de Stephen Merchant (compañero de fechorías de Ricky Gervais) como mentor del protagonista, rescata la película del desastre y la indiferencia.

A favor: Los cameos de Billy Crystal y Seth MacFarlane.

En contra: La deriva moralista del final.