Crítica de SensaCine.com para Mi segunda vez: De segundas oportunidades

El argumento de ‘Mi segunda vez' es sencillo: Sandy (Catherine Zeta-Jones) se muda con sus dos hijos a Nueva York tras descubrir que su marido es infiel; allí conocerá a Aram (Justin Bartha), un joven a quien también le han roto el corazón y no tiene claro qué hacer con su vida. Sandy, a sus cuarenta años, quiere remprender su vida –de ahí el sutil título en castellano de la película- y Aram y su nueva vida la ayudará. Aunque no todo, evidentemente, será sencillo. En definitiva, una comedia romántica en la que no falta tópico alguno (por ejemplo, la amiga cuarenta a vueltas de todo que aconseja a su amiga con supuesto descaro) y que, poco a poco, va deviniendo más en un manual de autoayuda que en una película de ficción. Eso sí, a través de una historia que sorprende por su total alejamiento de la realidad o por su conveniente manipulación para entregar una película que de haber durado tan solo media hora habría contado exactamente lo mismo. En definitiva, nada que reseñar en una película concebida, entendemos, para lucimiento de su estrella protagonista tras varios años alejada de la cámara. Y su regreso, por desgracia, no es demasiado interesante.

Lo mejor: aunque no hay mucho que señalar, en determinados momentos la película llega a tomarse en serio y posee un tono adulto agradable que, sin embargo, no es la constante.

Lo peor: que la película acaba pareciendo más un manual de autoayuda.