Siete muertos en el ojo del gato

En las zonas montañosas de Escocia se sitúa un siniestro castillo al que la protagonista, Corringa (Jane Birkin), va a pasar unos días con su familia. Los McGrieff habitan el lugar y tienen mala fama entre la gente del pueblo. Además de la familia, también hay unos cuantos invitados como el doctor Franz.

Sobre El castillo y los McGrieff existe una leyenda que dice que si un miembro de la familia mata a otro, este se convierte en vampiro. Corringa presenciará como se suceden los asesinatos en la casa, por lo que tendrá que escapar a toda costa de allí.