Crítica de SensaCine.com para Más allá de las nubes: Cuatro cuentos, una elegía

En 1980 Win Wenders co dirigió con Nicholas Ray Relámpago sobre el agua, acercamiento a la figura del cineasta norteamericano a la sazón de ayuda a que filmara su propia muerta en un ejercicio que todavía hoy en día divide por su violenta propuesta, casi pornográfica para algunos al mostrar a Ray más muerto que vivo. Quince años después, rodaría Más allá de las nubes junto a Michelangelo Antonioni (y escrita por los dos y por Tonino Guerra), quien llevaba ya varios años y su último largometraje había sido Identificación de una mujer en 1982. Más allá de las nubes Antonioni y Wenders construyen una película a partir de cuatro capítulos, todos ideados por el cineasta italiano, que encontró en el alemán su mejor valedor para poder, de nuevo, ponerse tras la cámara. Más allá de las nubes posee la irregularidad de la que suelen adolecer todas las películas por capítulos, pero formalmente estamos ante una obra recapacitada, bien escrita y con una puesta en escena en la que se funden a la perfección los estilos de ambos cineastas. Posee un tono elegíaco y triste que recorre todas las imágenes hasta desembocar en la última historia o cuento, una auténtica maravilla que cierra la película de manera excelente, con una construcción visual portentosa, inolvidable. El resto no está a la altura, aunque está a una altura considerable. Puede que Más allá de las nubes no sea la película que se puede esperar de ambos cineastas, pero es notable y no entrega una composición visual magnífica.

A favor: Sobre todo el último cuento, una obra maestra.

En contra: Es irregular, no todos los cuentos mantienen el ritmo adecuado con el conjunto.