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    Aurora, un asesino muy común
    Críticas
    3,5
    Buena
    Aurora, un asesino muy común

    Asesino cotidiano

    por Eulàlia Iglesias

    'Aurora' es una película que llega tarde. Se estrena con más de dos años de retraso tras ser presentada en el Festival de Cannes 2010, donde se la esperaba con mucha expectación. Era el nuevo largometraje de Cristi Puiu tras 'La muerte del señor Lazarescu' (2005), un título imprescindible no solo a la hora de valorar la emergencia del nuevo cine rumano sino también en el panteón de mejores películas de la primera década de este siglo.

    Pero incluso en el 2010, la película parecía aterrizar con retraso. Quizá fueron los cinco años que tardó Puiu en tirarla adelante, tanto por problemas de producción como por su propia forma de rodar. Ambientada en los márgenes de Bucarest, los suburbios de los suburbios de Europa, el film sigue obsesivamente y sin ofrecer ninguna explicación las andanzas de un tipo corriente, Viorel (encarnado con una naturalidad inquietante por el propio director), que acaba actuando como un asesino. Historia criminal de cocción larga y lenta, 'Aurora' esquiva los lugares comunes del thriller prototípico y del drama social. Viorel se comporta con la eficacia rutinaria de cualquier personaje gris y cotidiano cuyas y venidas han sido vaciadas de sentido vital. Ni tan siquiera existe regodeo en sus explosiones de violencia. Coherente con el tono de distanciamiento que preside la película, durante los asesinatos la cámara se mantiene discretamente alejada, en los quicios de las puertas o detrás de la espalda del protagonista. Y hasta el desenlace que aporta cierta luz sobre sus actos, Puiu tampoco pretende ofrecer una explicación psicologista del personaje.

    Existe cierta sensación de dejà vu en este retrato de un asesino de extraradio que lleva a cabo sus crímenes con la misma rutina que el resto de actos de su vida, quizá porque films como 'Las horas del día' (2003) de Jaime Rosales ya realizaron una aproximación similar. Sin embargo, la película entronca con el interés de Puiu por construir su cine sobre esa experiencia temporal, entre el estancamiento y la tensión, que provoca un deambular sin fin. Y si 'La muerte del señor Lazarescu' ofrecía la imagen metafórica de una vieja Rumanía comunista agonizante de cuya muerte nadie se quería hacer cargo, 'Aurora' resitúa al país en una geografía marginal y sin horizontes, un huis clos formado entre el hundimiento del comunismo y el advenimiento del capitalismo salvaje.

    A favor: La interpretación del propio Puiu y el desasosiego que transmite todo el film.

    En contra: A pesar de sus valores, provoca cierta decepción, quizá inevitable tras el entusiasmo desbordado que despertó 'La muerte del señor Lazarescu'.

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