Crítica de SensaCine.com para The Runaways: El biopic previsible

El biopic rock, ha dado buenos frutos siempre y cuando ha sabido distanciarse del cliché de la película biográfica sobre artista torturado. Julian Temple ha confeccionado excelentes acercamientos a íconos del punk y el pos-punk como Sex Pistols y Joe Strummer, pero cuando los directores se ponen serios y se ven obligados a una escena de discusión familiar, otra de excesos etílicos, unos cuantos conciertos, más dramas personales y la aguja y el daño hecho, la cosa se convierte en pura fórmula.

Algo de todo ello hay en 'The Runaways' (2010), acercamiento al grupo de punk angelino y femenino del mismo nombre en el que, a mediados de los setenta, inició su carrera Joan Jett. El filme de la fotógrafa Floria Sigismondi no sortea ninguno de los clichés del género. Como siempre en estos casos, lo mejor o lo peor reside en la convicción casi mimética con la que los intérpretes resuelven el desafío. Kristen Stewart (Joan Jett) y Dakota Fanning (Cherie Currie) salen airosas, lo que no quiere decir que mejoren la película.

A favor: las dos actrices principales se lo toman en serio.

En contra: el tópico y el cliché rock campan a sus anchas.