La oportunidad de mi vida : los secretos del rodaje

El realizador les dejó poco espacio a los actores para improvisar. "En ciertos momentos ellos tenían intuiciones que les permitían ir más allá con sus personajes. Pero esto suele resultar bastante complicado, porque lo importante es la frase escrita. No creo en la improvisación, sobre todo en la comedia, en la que hay que medir muy bien los tiempos y hay que tener muchísimo rigor. Cuando las cosas están ya de por sí bastante cuadradas, cuando se tiene un visión bastante precisa, la libertad puede llegar entonces, y es el momento en el que pueden surgir cosas inesperadas. Todos los actores entendieron a la perfección mi método de trabajo".

El dúo de actores fue un acierto, dice el realizador: "El nombre de Virginie Efira llegó muy rápido. Me gusta su sentido de la comedia, su forma de asumir las situaciones más increíbles. Su frescura se corresponde perfectamente con el tono de la película y a lo que buscaba para el papel principal femenino. La idea de tener a François- Xavier me interesó enseguida. Es alguien para el que el sentimiento amoroso va antes que el lado superficial de la seducción. Ofrece un aspecto más sentimental. Además, lo encuentro muy humano, y despierta una simpatía inmediata que le viene muy bien al papel".

La película trata de esquivar los caminos trillados de la comedia romántica tradicional, intentando modular el tono, como explica el actor François- Xavier Demaison: "Había escenas de diálogo con rupturas de tono, particularmente con Virginia. Hay momentos que parecen sacados de la película 'De dioses y hombres' y otros que terminan con una explosión de música pop. Hay una gran variedad de ambientes en la película, de situaciones, de sentimientos, todo colocado en su justa medida".