Crítica de SensaCine.com para Cada uno busca su gato: Comedia costumbrista a la francesa

Cada uno busca su gato, dirigida en 1996 por Cédric Klapisch, supone una de las primeras obras de uno de los cineastas galos más prolíferos de los últimos años dentro de la comedia francesa costumbrista y más comercial a pesar de que tener algún título en el que el director ha apostado por otros géneros. Cada uno busca su gato presenta todo lo bueno y todo lo malo que el cine de Klapisch posee, no logrando nunca nivelar sus narraciones para redondear mejor su obra. Así, tenemos una comedia costumbrista que funciona en cuanto a cierta aproximación a algunas realidades sociales del país mediante narraciones circunstanciales que sitúan a los personajes frente a conflictos del día a día que sirven al director para arrojar esa mirada sobre la realidad.

El problema es que siempre lo hace desde una amabilidad que, incluso dentro del género de la comedia, se queda corta, como si no fuera capaz, o no quisiera, ir más allá del mero retrato sin profundizar en ello. Pero en cambio es capaz de crear algunos gags verdaderamente divetidos y situaciones hilarantes, pero que quedan varadas dentro de un conjunto desequilibrado y que siempre deja un regusto de haber estado ante una idea mucho más ambiciosa que su ejecución.

A favor: La capacidad del director para acercarse a la realidad mediante el costumbrismo.

En contra: Que ese acercamiento siempre es moderado y tímido.