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    Total Recall (Desafío total)
    Críticas
    2,0
    Pasable
    Total Recall (Desafío total)

    Fallida visión de futuro (o de presente)

    por Israel Paredes

    Partiendo de que Len Wiseman no es (ni creemos que lo pretenda) Paul Verhoven, obsesionarse con comparar su nueva adaptación de la novela de Philip K. Dick, 'Desafío Total', con aquella que hiciera en 1990 el cineasta holandés, es perder el tiempo. Ambos cineastas parten de un acercamiento similar al original literario, pero después cada uno toma su propio camino. El de Wiseman no es otro que el de la acción y la pirotecnia, la grandilocuencia visual y la total ausencia, al final, de discurso alguno, y eso que, al comienzo, lo hay.

    'Desafío total' (2012) plantea en su arranque una visión mucho más politizada que su antecesora, o, mejor dicho, es mucho más explícita que aquella al crear una sociedad globalizada, dividiendo el mundo en dos esferas: la dominante y la dominada. Curiosamente, es una suerte de nuevo Imperio Británico (con ayuda del resto de países europeos) el que coloniza al resto del mundo. Es decir, más o menos como en la actualidad pero de una manera mucho más abierta. Ambas partes se comunican a través de un sistema denominado "La caída", una especie de lanzadera de parque de atracciones que atraviesa el globo terráqueo (por mucho que estemos en el terreno de la ciencia ficción, esto no llega a resultar convincente del todo) y que se erige como símbolo de una opresión que es combatida por la resistencia. En resumen, si Verhoven (o incluso Dick) querían lanzar una mirada hacia las grandes corporaciones y su poder de manipulación, Wiseman y su guionista Kurt Wimmer plantean una visión de la actualidad a través de una distopía futurística sobre una sociedad en la que los males de hoy, tanto los muy visibles como los simplemente presentidos, son elementos constitutivos del sistema. Además, al igual que Verhoven, parecen interesados en el malestar del individuo en una sociedad que, guste o no, ha aburguesado a todos los individuos bajo sus sueños de bienestar y supuesta comodidad. A este respecto, resulta interesante (y podría haber sido incluso mordaz, pero el pobre Wiseman no llega) que sea la esposa de Douglas Quaid (Colin Farrell), Lori (Kate Beckinsale), la que persiga a su marido una vez convertido en doble agente secreto. Y es posible que lo mejor de la película, a la larga, sea la tensión que se crea entre los dos cónyuges y la presencia de Melina (Jessica Biel), una luchadora de la resistencia y amante, en el pasado, de Quaid.

    Pero todo este arranque resulta interesante hasta que Douglas Quaid acude a Rekall y deviene en el hombre más buscado de la sociedad. Así, todo lo anterior se desvanece y da paso a un desarrollo narrativo en el que la acción toma el control de la historia y todo lo anterior es el simple decorado de fondo de las persecuciones y tiroteos que conforman el desarrollo de Desafío total.

    Ahora que Tony Scott se ha convertido al parecer en un maestro del cinematógrafo, cineastas como Wiseman tiene el camino abierto para llegar a serlo también algún día (y eso que Desafío total está mucho mejor rodada y narrada que casi todas las películas de los últimos años de Scott). Pero lo cierto es que Wiseman toma la novela de Dick y la lleva a su terreno, esto es, al de 'Underworld' o 'Underworld: Evolution'. Películas de buen empaque y mejor envoltorio, rodadas sin personalidad pero con corrección, compuestas por historias simples y, a la larga, vacías. Wiseman sigue el texto de Dick (antes que la película de Verhoven) para crear una obra de ciencia ficción con la que arrojar una mirada hacia cómo está el mundo construido en la actualidad, algo presente en la narrativa de Dick. También, incluso, en el cine de Wiseman con esa sociedad de 'Underworld', dividido entre aristócratas vampiros y sometidos hombres-lobo. Sin embargo, se pierde en una dirección artística tan deslumbrante como poco original en la que podemos rastrear ecos de 'Blade Runner', 'Minority Report', la saga de Lucas, y cualquier otra película de ciencia ficción que nos pueda venir a la mente. También en una sucesión de secuencias de acción casi impecables pero que no llegan tampoco a impactar más allá del momento de su visionado. Podría decirse que Wiseman quiere pero no puede, y habrá más de uno que vea en esta nueva versión de 'Desafío total' una gran trascendencia. Pero lo cierto es que no existe tal y el director británico ha perdido una gran oportunidad para haber realizado una película tan seria y tan entretenida como la que dirigiera Verhoven en 1990, cuyas imágenes, más de dos décadas después, todavía se recuerdan, mientras que las de Wiseman dentro de dos meses formarán parte de ese vasto y amplio espectro conformado por las películas que asolan las carteleras y apenas aportan nada.

    A favor: El arranque de la película y el disparate en el que cae según avanza, olvidándose por completo de lo que planteaba al comienzo.

    En contra: Que es un refrito de películas, en ocasiones, cabreante.

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