Crítica de SensaCine.com para Millennium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina: Segundas partes...

Segunda entrega de la trilogía a partir de las novelas de Stieg Larsson, 'Millennium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina', continúa lo emprendido en la primera entrega: mismos personajes principales (y mismos actores: Noomi Rapace y Michael Nyqvist) y un mayor desarrollo de su relación, pero, sin embargo, se presenta como una obra muy inferior a 'Millenium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres'. No solo se pierde la intriga de la primera película gracias a una trama más compleja e interesante, sino que se hace patente que tras la cámara se ha producido un cambio: el director de la primera entrega, Niels Arden Oplev, fue sustituido por Daniel Alfredson, y mientras el primero tenía una carrera cinematográfica detrás más o menos solida que se transmitía en las imágenes de 'Millennium 1', Alfredson se presenta, tanto en la segunda como en la tercera entrega, como un director sin pulso, si tensión, totalmente rutinario que lleva a la película hacia un cierto tedio que tan solo se puede soslayar gracias a los actores (sobre todo gracias a Rapace) y de una historia medianamente entretenida y que daba para mucho más. David Fincher demostraría después como la mirada personalidad de un cineasta (guste esta o no) puede hacer de una historia simple algo mucho más interesante.

A favor: Noomi Rapace.

En contra: La falta de personalidad Alfredson.