Crítica de SensaCine.com para Twelve: Pijos y drogadictos

Joel Schumacher ha demostrado su capacidad para crear espectáculos cinematográficos vacíos mediante un estilo, algo obsoleto y grandilocuente, pero que funciona mejor que, como en 'Twelve', cuando intenta ser "serio", es decir, cuando intenta hacer un cine aparentemente más pequeño y con cierto contenido. Adaptación de la novela de Nick McDonell, escrita cuando este contaba con tan solo diecisiete años, 'Twelve' se adentra en el mundo pijo y adinerado de Nueva York para trazar una narración a caballo entre el drama juvenil y el policíaco para mostrar lo duro que puede resultar el ser joven, rico y guapo en la alta sociedad neoyorquina. Y aunque es posible que así sea, Schumacher no es capaz de transmitir absolutamente nada mediante un estilo ostentoso y de una ambición desmedida dada su capacidad artística y analítica. 'Twelve' no es nada más que una idea alargada hasta hora y media y que no consigue ser, como, por ejemplo, Golpe al sueño americano, a partir de Easton Ellis, la cual sí retrataba bien a la misma capa social de su época.

A favor: Nada.

En contra: Que se queda a medio camino de todo.