Crítica de SensaCine.com para Enemigo público: Mil cámaras velan por tu seguridad

La paranoia es uno de los temas más recurrentes en el thriller americano desde los setenta hasta nuestros días. 'Enemigo público', esta película de Tony Scott, recupera esta obsesión del "Gran Hermano" para narrar la historia de un hombre corriente que se ve involucrado en una serie de intrigas gubernamentales que derivarán en una peligrosa red de peligrosas implicaciones de espionaje y asesinato al margen de la ley.

Filmada con eficacia por un director acostumbrado a mantener el pulso firme en los filmes de acción y a dotarlos de su particular estilo frenético, hiperacelerado y lleno de zooms de aproximación marca de la casa, la película se constituye como un festín de persecuciones en el que además, Will Smith tiene de nuevo la oportunidad de volver a lucirse como héroe inesperado. Una película de puro entretenimiento que se adelantaba a la gran obsesión que el cine estadounidense tendría con respecto a la vigilancia y la paranoia terrorista después de los atentados del 11-S y que de alguna manera copiaría en estilo la serie '24'.

A favor: Su ritmo trepidante.

En contra: Su segunda parte no está a la altura de un inicio soberbio.