La película no sólo relata los terribles hechos sucedidos en Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial, sino que se centra en la historia real del fraile franciscano Maximiliano Kolbe. Su increíble gesta le llevó a la canonización por parte del papa Juan Pablo II, que lo declaró martir por la caridad y la Iglesia católica lo venera como santo patrón de los operadores de radio altruistas.
Cuarta película del actor doble ganador del Oscar Christoph Waltz, que volvería posteriormente al género de la Segunda Guerra Mundial a través de Quentin Tarantino en el rol que le volvió estrella internacional: Malditos bastardos. Aquí Waltz, austriaco, tuvo que ser doblado en la versión original polaca.