Opiniones sobre El viaje del director de recursos humanos

El viaje de los recursos humanos tiene el mérito de abordar el problema en la superficie de la negligencia de la industria de la alimentación con sus empleados. Pero, lamentablemente la película sufre por su juego de actores y el plano de su escenario, los giros son suaves, sin inspiración, el humor a menudo cae de pleno, jugando con los clichés y la redundancia. El actor que interpreta al chico es muy malo, que exageró su lado temperamental y borra todo el realismo de la situación. Algunas secuencias no son más que excusas para el escenario y para afectar a la coherencia y el realismo de la película (como creo que, por ejemplo, la fe floja y el ultra-cliché del vigilante nocturno). Yo culpo a todo sentimentalismo primario y petulante de la película que parece dar una imagen positiva de cada personaje todo el mundo es bello todo el mundo es bueno ... Los cineastas israelíes harían mejor en centrarse en el destino de Palestina"

Road-movie israelita que combina el humor y la tragedia, "El viaje del director de recursos humanos" es ya el octavo largometraje de Eran Riklis, quien continúa posando sobre su Israel natal la mirada social y política que caracteriza su obra. Numerosas recompensas desde los "Isreali Academy Award" (los Oscars israelitas) vendrán a unirse a ese viaje inicial y espiritual donde el cineasta da muestras de originalidad y de su maestría de la cámara ¡en los paisajes nevados de Rumanía! Una bella adaptación de la novela de A.B. Yehosua, un tema fuerte, un escenario vacilante entre muchos géneros y pocos medios, pero mucho ritmo en este bello film en el que se suceden excelentes actores...

El DRH de la mayor panadería de Jerusalén se ve obligado a acompañar el cuerpo de una antigua empleada para demostrar que su empresa se ocupa bien de los suyos. Y, de paso, para volver a encontrar un poco de su humanidad. Una fábula que parece fácil, pero que al mismo tiempo parece completamente cierta. Los personajes son más que simples caricaturas, son auténticos. Las situaciones crueles, lo absurdo de las relaciones, y el humor burlón pero de buen corazón crean todo el encanto de esta estupenda película.

Me ha gustado esta ficción. Por supuesto, hay torpezas, pero la película me ha parecido globalmente humana y llena de solicitud. Hay humor aunque el tema es más bien oscuro: el transporte del cuerpo de una difunta de Israel hasta el último rincón de Rumanía. Los personajes son atractivos: el DRH, el periodista pegajoso, la vicecónsul, el conductor alcohólico, el niño, adolescente rebelde y en cólera... Ese periplo conduce a los personajes a través de paisajes y de pueblecitos fríos e inhóspitos y les hace tomar conciencia de su propia individualidad. El final es bastante sorprendente. En todo caso, uno no se espera que vaya a tener lugar tal desenlace. Un film sensible y benévolo.

Un poco decepcionado por esta película de Eran Riklis después de "La prometida siria" y "Los limoneros". Riklis cambia de registro, y deja de evocar el conflicto palestino-israelí. Se contenta con una historia que se desarrolla en Jerusalén y en Rumanía. Hay un pequeño lado Kusturica en la parte rumana (la música, el carro, los personaje un poco "borderline"). El personaje de DRH se va volviendo cada vez más interesante a medida que la historia evoluciona. El personaje del periodismo de izquierda que quiere gritar la injusticia es un poco maniqueísta, pero una vez que se sabe que vive con su madre, eso le hace un poco más humano...

Israel es un vivero de talentos, la mayor parte de las películas que allí se producen nos lo demuestra claramente. No es necesario volver a decir de qué trata la película. Estaba cansado y me dormí, y me sentí decepcionado por no haber podido seguir este film sano y agradable. Al pensar en la película más tarde, me dije que era simplemente estupenda, sin hacer grandes elogios. Una película agradable y fresca.