Opiniones sobre The Master

Bodrio no, lo siguiente tampoco, lo de después! Creo que puntuar esta película con un 5 es engañar al espectador.

Potente artística y emocionalmente.Obra Maestra.

The Master es una pelicula que llevaba mucho tiempo esperando y no me ha decepcionado en absoluto.Una película que desprende potencia artísticamente,desprende emociones y reflexiones en un contexto indefinido,problamente díficil de captar.Paul Thomas Anderson realiza una película muy diferente que trata la relación del lider de una "secta" y Freddie,un psicópata adicto al sexo que busca un camino.Más que contar la historia sobre "La Cienciología" se basa en la progresión y en la vida de un loco ,interpretado por un Joaquin Phoenix que esta espléndido, y Lancaster Dodd,el lider de la fundación en un viaje violento,intenso y sobre todo extraño dotado de carácter psicológico, y por supuesto de mucho dogma. Un filme cargado de sorpresas y de escenas muy potentes.Muy Recomendable.

¿Lo mejor? Escenas que te dejan de piedra
¿Lo peor? Quizás sea de difícil entendimiento,no hay ni buenos ni malos,es una película diferente y eso hará que mucha gente salgan fríos de la sala.

Una grandísima película que me aburrió profundamente.
Grandes actores, interesante historia, pero tenía ganas que se terminara.

Lamento decir esto, sobre todo por que fui a verla esperando ver una película para la historia del mejor cine, pero fue una experiencia lamentable, lo que me hace recordar que los críticos especializados son sospechosamente generosos cuando califican algunas películas como obras maestras. Esta está muy lejos de serla. En fin, simplemente olvidable.

Pretenciosa, guión confuso, errático, sin ritmo... Lo único q se salva es la buena interpretación d los actores, q Anderson desaprovecha totalmente.

The Master (2012) Una historia de Freddie Quell (Joaquim Phoenix) es un hombre perdido, profundamente solitario, incapaz de conectar con el resto de la sociedad.
Viene del legado con el que sobrevivía Travis Bickle (Robert DeNiro), de Taxi Driver (1976).
Anderson es un cineasta que viaja entre antónimos: tradición frente modernidad, pasión y frialdad, la locura desde la lógica, sin llegar a contradecirse La historia sectoreligiosa es original e interesante ya que refleja a la América mas inepta y crédula.
Hay que tener valor para realizar una película tan distinta para los tiempos que corren, una película que cuida al detalle cada elemento que la conforma.

una idea buena contada de la peor forma posible, sin ningún tipo de continuidad, intereses, hilo , velocidad..... Entiendo por que Philip se enganchó a las drogas......... decepción muy grande , pongan cualquier canal , saldrán ganando seguro.

Esta película es buena en todo: interpretaciones, ambientación, etc. Pero me resultó tan tremendamente aburrida que no pude terminar de verla.

The Master es, sin dudas, el trabajo más extraño y artístico que PTA haya hecho, pero eso no la aleja de ser una excelente película. Es una película bastante explícita en el tema del sexo, lo cual muchas personas han calificado de asqueroso u obsceno, y puede serlo en algunos sentidos, pero hay que recordar que la película es vista desde la perspectiva de nuestro protagonista, Freddie, el cual, valga la redundancia, es un enfermo adicto al sexo, por eso la escena de las mujeres desnudas junto al maestro, o la escena en la playa. Además, creo que es una de las películas con las mejores actuaciones que he visto en mi vida, junto a The Godfather, Amadeus, There Will Be Blood, entre otras. Creo que Phoenix debió llevarse el Oscar, si Lewis no hubiera estado nominado. Hoffman y Amy Adams también hacen un papel excepcional como siempre, al ser el maestro y su esposa. Realmente es una película que te deja pensando, y sin dudas no es película común y corriente como uno lo esperaría, es más artística y abstracta que otra cosa.
En conclusión, The Master es una de las mejores películas de Paul Thomas Anderson, y una obra maestra incomprendida, e infravalorada.

El maestro Paul Thomas Anderson

El ser humano es un animal. Hay animales que sucumben a sus instintos y pulsiones más primarios, que viven ajenos a toda forma de grupo social y permanecen en un estado del yo salvaje que vaga a la deriva. Otros, en cambio, canalizan toda esa rabia y la ocultan bajo una apariencia de falsos profetas e hipócrita espiritualidad, necesitados de un grupo al que manipular. Las mentiras de estos últimos, reconvertidas en dogmas de erróneo poder paliativo y enriquecedor, embaucan a los primeros, pero su verdadera naturaleza no tarda en aflorar cuando sus doctrinas son puestas en duda.

Hay, en definitiva, maestros y discípulos, una temática que no le es ajena a Paul Thomas Anderson. Más allá de que siempre esté presente, aunque en segundo plano, esa necesidad imperante en el ser humano de aferrarse a una creencia que dé sentido y control a su existencia, la filmografía del director ha transitado desde los conflictos paterno filiales de “Magnolia” hasta la relación mentor-alumno de “Boogie Nights”, bajo una mirada que no ha dejado de madurar y reinventarse con cada nuevo trabajo.

Desde “There will be blood” echo de menos al Thomas Anderson de sus comienzos, ese que cambió el retrato íntimo y personal por el grandilocuente. Pero en su lugar ganamos a un realizador destinado a pasar a la historia del séptimo arte, un autor de brocha fina y acabado exquisito que utiliza la historia de Estados Unidos para analizar las miserias del ser humano, sin renunciar por ello a los temas recurrentes de sus primeros trabajos.

Si en aquella servía un magistral recital sobre los albores de la codicia y el capitalismo y la inutilidad del poder del Señor como expiación del alma, en “The Master”, mucho mejor rematada y críptica, escribe un soberbio ensayo sobre los cimientos de una religión y la posibilidad de su instauración en los mismos mecanismos del poder. Y si entonces retrataba la relación padre e hijo y la soledad del primero por culpa del poder, aquí riza más el rizo y nos propone una relación maestro y discípulo cimentada en la manipulación y la mentira, en la que ambas partes pertenecen realmente a seres perfectamente complementarios, aunque superficialmente contrapuestos, condenados a encontrarse en sus múltiples vidas.

“The Master” es la confirmación definitiva de Thomas Anderson como cineasta de raza, maduro, capaz de construir historias de desarrollo simple pero estructura y segundas lecturas de lo más complejas, que invitan a la reflexión y al debate. Que sabe dirigir a sus actores ya lo sabemos, y ahí están los magníficos Joaquin Phoenix y Philip Seymour Hoffman para atestiguarlo, y que su uso de la banda sonora –gigante Johnny Greenwood- es inigualable. Ahora ya sabemos algo más, que su composición de los planos está a la altura del mismísimo Kubrick, con el que coincide también en su despreocupación a la hora de complacer a todo tipo de públicos, imponiéndose lo cerebral a lo emocional. Él es el verdadero maestro de esta cinta. Uno de los mayores genios de nuestro tiempo. Cine con mayúsculas.

A favor: la sobriedad y exquisitez de su composición formal, y sus múltiples sublecturas
En contra: irremediablemente, este tipo de cine produce rechazo en buena parte de la audiencia