Mi cuenta
    Esto es la guerra
    Críticas
    2,0
    Pasable
    Esto es la guerra

    Soldados de juguete

    por Mario Santiago

    Cuando, a principios del nuevo siglo, un director de blockbusters llamado McGirrumpió en escena con la pirotécnica y descerebrada 'Los ángeles de Charlie' (2000),a más de un crítico se le encendieron las luces de alarma. ¿Había surgido un auteur(con nombre de DJ o rapero) dispuesto a descoyuntar la narrativa tradicional con lasarmas del cine-pop? Su siguiente película, la todavía mejor 'Los ángeles de Charlie:Al límite' parecía confirmar el talento de McG para la conjugación del surrealismo y laabstracción en el seno de un cine disparatadamente maximalista. Era como si alguienhubiese cruzado las sensibilidades de Michel Gondry, el Ben Stiller director y MichaelBay (con el que G compartía la alergia a los planos fijos y a cualquier lógica narrativa).Así, algunos pusimos nuestra fe y confianza en este nuevo director heterodoxamentevideoclipero, como antes habíamos hecho con Tony Scott o el propio Michael Bay...

    Y sin embargo, nunca más se supo del talento de McG. Concentrado en la producciónde banales series de tv ('Niñita', 'Supernatural') y denostado unánimemente por lapobre demostración de fuerza que fue 'Terminator Salvation', G parece haber perdidosu toque descaradamente superpop. En 'Esto es la guerra', vemos cómo debe sometersus impulsos verticales (su sueño podría consistir en filmar una película entera desdela cabina de un helicóptero) y su pasión por las fantasmadas sublimes, a la dictadurade los nuevos códigos de género. En este caso, se trata de disfrazar una convencionalcomedia romántica con triángulo amoroso (bromance incluido) con los ropajes delcine de espías. Eso sí, que nadie se espere una dinámica hibridación de géneros alestilo 'Mentiras arriesgadas' o 'Los increíbles' (incluso la mediocre 'Sr. y Sra. Smith'le gana la partida). Aquí se impone lo previsible: la originalidad y el brío brillan por suausencia.

    En ciertos momentos, da la impresión de que McG juegue conscientemente la carta dela parodia de género, sobre todo cuando echa mano de citas cinéfilas: vemos imágenesde 'El jovencito Frankenstein' (la comedia de terror) y de 'Dos hombres y un destino'(el western romántico) y escuchamos la mítica canción "Sabotage" de los Beastie Boys,cuyo videoclip fue utilizado por Spike Jonze para parodiar las series policíacassetenteras. Sin embargo, todo ese espíritu paródico y lúdico nunca termina de floreceren la expeditiva narrativa del filme. Hay un par de momentos dignos del mejor McG. Elprimero llega cuando el personaje de Chris Pine ('Star Trek XI'), un encantador yenamoradizo ligón, consigue reunir en su piso, de la noche a la mañana y paraimpresionar a Reese Witherspoon, una espectacular colección de cuadros de Klimt: unafantochada romántica que no superaría ni el todopoderoso Phil Connors (Bill Murray)de 'Atrapado en el tiempo'. Y luego está la secuencia del Paintball, en la que a undesorientado Tom Hardy ('Bronson', 'Inception') se le permite olvidar por unosmomentos que está en una bochornosa comedia romántica: al ritmo aullador del "HowYou Like Me Now" de The Heavy, Hardy puede exhibir todo su poderío físico,desplegado a lo largo de una ráfaga de micro-planos en los que radica el verdaderotalento fragmentario y frenético de McG. Si toda la película fuera así...

    A favor: Hacia la mitad del filme, la competencia de los dos protagonistas por el amorde la chica alcanza algunas gozosas cotas de absurdo.

    En contra: Las penosas escenas románticas de Hardy y Witherspoon.

    ¿Quieres leer más críticas?

    Comentarios

    Back to Top