Crítica de SensaCine.com para One Day (Siempre el mismo día): Amor a través de los tiempos

La directora danesa Lone Scherfig (que acababa de firmar la estupenda An Education) fue la encargada de llevar a la pantalla esta historia de amor y desencuentros a través del tiempo basada en el bestseller de David Nicholls. Y lo cierto es que volvió a acertar en esta ocasión gracias a su capacidad para eludir los elementos románticos al uso y, por el contrario, optar por construir una película madura y elegante, basada en un potente relato de vidas paralelas que están destinadas a encontrarse en algún momento y, sobre todo, en dos magníficos intérpretes, Anne Hathaway y Jim Sturgess, que dotan de una gran humanidad a sus personajes, frágiles, contradictorios, entregados.

One Day (Siempre el mismo día) sirve al mismo tiempo que para trazar un itinerario emocional, también para esbozar una crónica social de las décadas de los ochenta y de los noventa en Inglaterra, a través de los cambios acaecidos en las costumbres, en la moda, en la música y en muchas otras cosas más. Emma y Dexter, los trágicos amantes de la película, serán de una u otra manera, también reflejo del tiempo que les ha tocado vivir, cada uno condicionado por sus propias elecciones vitales, lo cual transportará al espectador por toda una serie de estadios intermedios en los que veremos evolucionar a los personajes.

Quizás, si la película no hubiera estado condicionada por el hecho de proceder de un éxito de la literatura femenina, se habría considerado de una manera muy diferente. Ahora es el momento de reivindicarla.

A favor: El magnífico retrato de una época. Anne y Jim (cuya última parte de la película es impresionante).

En contra: Que pasara tan desapercibida en la cartelera en su momento.