El guardián

Gina no podía imaginar que después del show de striptease que estaba ofreciendo, su vida iba a dar un giro total. En el mismo hotel donde tiene lugar la actuación, la joven bailarina y su novio son atacados y este último resulta asesinado.

Después del crimen, llegan al lugar dos policías dispuestos, aparentemente, a ayudar a la joven desconsolada. Uno de ellos, Burns, se pone rápidamente en marcha para capturar a los agresores y su superior, Krebs, ofrece a Gina acercarla a casa.

Después de todo lo malo que había pasado nada peor podía ocurrir, ¿o sí? Gina nunca llegará a su destino. La desolación y la incertidumbre se apoderan de ella cuando descubre que está atrapada en un oscuro sótano sin saber por qué.