Muertos y enterrados

En un pequeño pueblo costero de Nueva Inglaterra se están produciendo extraños crímenes entre los turistas llegados al lugar que tienen un curioso resultado: aquel que fallece vuelve a aparecer con vida poco después. El sheriff Dan no ceja en su intento de acabar con los asesinatos y de descubrir el porqué de ese renacimiento de los cadáveres. Sus indagaciones le conducen a un hombre, el forense Dobbs, que está realizando experimentos prohibidos con cadáveres, a los que devuelve a la vida después de haberlos asesinado clavándoles una aguja hipodérmica en el ojo e inyectándoles un ácido. El sheriff sabe que tiene que acabar con estos crímenes y estas reanimaciones sin prever que cuanto más se adentre en el caso más se arrepentirá de haberlo hecho.