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    De tu ventana a la mía
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    Entretenida
    De tu ventana a la mía

    Tres cuentos, tres épocas, tres desamores

    por Quim Casas

    La ópera prima de Paula Ortiz narra tres historias de desamor femenino ambientadasen otras tantas épocas bien diferentes, antagónicas en todo (estación, régimen político,paisaje). Como ocurre, y ocurrirá, en buena parte de las películas construidas a travésde historias distintas que van avanzando en paralelo, modalidad instaurada por DavidWark Griffith con 'Intolerancia' hace ya casi cien años, 'De tu ventana a la mía'aparece como un ejercicio algo descompensado en modulación e interés argumental.

    La primera historia se sitúa en la primavera de 1923, en la apacible y luminosalocalidad de Canfranc, a las puertas de la dictadura de Primo de Rivera. La segundaacontece en un marco rural en el duro verano de 1940, en una posguerra que seiniciaba lacerante bajo el yugo de la represalia franquista. La tercera está ambientadaen Zaragoza, en el invierno de 1975, cuando la transición era aún una idea antes queuna realidad. El desamor viene marcado por aspectos diversos. La historia inicial,acorde con la época en la que se enmarca, tiene un tono de romanticismo desesperado:su joven protagonista languidece de amor después de que su amado se haya marchadoa Francia iniciando una nueva vida sin ella. La tonalidad resulta aquí algo impostada,incluso chirriante y afectada en el recargamiento estético y la supuesta intensidadmelodramática del amor truncado.

    La historia ambientada en 1975 tiene algunos detalles interesantes, rehúye elmanierismo casi enfermizo de la primera y, sobre todo, cuenta con una ajustadacomposición de Luisa Gavasa en el papel de una mujer madura que, tras recibir lanoticia de que tiene cáncer de mama, se plantea por vez primera a conciencia suvirginidad. Cuando el relato se focaliza en su soledad y en la ausencia del contactofísico que ahora, a las puertas de la muerte, duele más que antes, el relato funcionabien, pero cuando pretende integrarse en la realidad política del momento, resultatambién algo impostado.

    El más logrado de los tres episodios es el que se desarrolla después de la guerracivil. Se trata de una suerte de western aragonés, por la valoración del personaje y laintegración que se hace del mismo en el drama, por la manera, tan westerniana, derelacionar figuras y paisaje, naturaleza y personajes, en el que se narra la historia deuna mujer embarazada cuyo marido se esconde de los franquistas. La hostilidad delpaisaje no es superior a la hostilidad de la vida, a la hostilidad de la represión fascista,a la hostilidad de la soledad hiriente.

    En este segundo cuento está mucho mejor expresado el ambiente hostil y cerradoal que se enfrenta la protagonista que en los otros dos, así como la naturaleza físicadel amor y la ausencia forzada del mismo. El montaje en paralelo de las tres cuentos,a lo Griffith, intenta establecer conexiones y puntos de intensidad entre cada unade las historias y cada una de las mujeres, protagonistas ausentes de la Historia,sin conseguirlo del todo, por lo que la armonía del conjunto se resiente a favor dearmonías puntuales en cada relato.

    A favor: la valoración del paisaje en el segundo relato, la captura de la soledad de laprotagonista en el tercero.

    En contra: la escasa armonía entre las tres historias contadas en paralelo.

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