Crítica de SensaCine.com para Extraterrestre: Minimal sci-fi proto-chanante

Mareado por los vaivenes de sus proyectos americanos –entre los que se encuentra el remake de 'Los cronocrímenes'-, el realizador Nacho Vigalondo ha tardado la friolera de cuatro años en entregarnos un nuevo largometraje: esta 'Extraterrestre' que parece haber despertado tantas iras como risas a su paso por los festivales de San Sebastián y Sitges (y, ojo, el Austin Fantastic Fest, uno de los más importantes en su género). Vigalondo, mal que le pese, ya se ha convertido en parte de la farándula nacional gracias a su innato talante para el marketing y el autobombo (durante la promo de Los cronocrímenes se le llegó a llamar el "nuevo Santiago Segura"), unos méritos íntimamente ligados a su condición de afamado twittero (chistoso affaire con El País y el holocausto nazi de por medio) y agitador de redes sociales en general. De ahí las simpatías de unos y los odios de otros: el cineasta acaba por trascender a su película, provocando que los discursos se vuelvan extremos entre los defensores a ultranza y los detractores inmovilistas.

Así que hablemos de cine y dejémonos de mandangas: 'Extraterrestre' es una buena película por lo que cuenta y por quién lo cuenta. Rodada con un presupuesto ínfimo y un puñado de actores, la película logra anclarse en el terreno del minimal sci-fi –sus referentes podrían ser 'Dark Star' de John Carpenter o incluso 'La noche de los muertos vivientes' de George A. Romero... aunque probablemente a lo que más se parezca sea a la serie para internet de Berto Romero 'Zombis'- bebiendo más de la comedia chanante contemporánea que del cine estrictamente fantástico per se. Para ello Vigalondo ha contado con algunos de los mejores cómicos de nuestro país, empezando por él mismo, siguiendo por el productor Borja Cobeaga y el actor Carlos Areces (el Will Ferrell español) para acabar en el escritor Miguel Noguera. Una combinación ganadora de cuya participación se extraen los mejores momentos de una película que, en el terreno estrictamente cinematográfico, sí posee más de una falta flagrante.

Y es que por más que disfrutemos de la frescura de un título como 'Extraterrestre' uno no puede dejar de constatar los bajones narrativos y argumentales que la cinta posee. Quizás sea una cuestión de velocidades: la película arranca tan rápida y tan potente que acaba resultando lógico que ésta acabe viniéndose a bajo. Vigalondo, claro, no es (ni necesita ser) Howard Hawks, Billy Wilder, Ernst Lubistch; lo suyo son las ideas, no los desarrollos, es mejor guionista que director (y que actor), así que disfrutemos de sus aciertos y olvidemos sus errores. Al fin y al cabo 'Extraterrestre' es una comedia tronchante que le da mil vueltas a buena parte de la producción cinematográfica (humorística) española. Además, como dijo el propio cineasta en su twitter, "la película no ha gustado ni a Carlos Boyero ni a los Cahiers, algo habré hecho bien".

A favor: Carlos Areces, un huracán de carcajadas

A la contra: El bajón que pega a mitad de metraje