Crítica de SensaCine.com para Promesas incumplidas: El riesgo de los actos

La directora norteamericana Lesli Linka Glatter, que había debutado en la realización de largometrajes con la comedia "femenina" Amigas para siempre y que más recientemente ha sido responsable de la realización de varios capítulos de la televisiva Mad Men, contó con un guión de Rick Ramage para su segunda película, Promesas incumplidas, un duelo interpretativo entre Kenneth Branagh, William Hurt y Madeleine Stowe, cuyos personajes cruzan también unas cuantas tensiones en escena.

Promesas incumplidas, con esencia folletinesca y con etiqueta de apasionado melodrama romántico, transcurre en el Boston de los años treinta. Allí nos presenta al matrimonio adinerado que forman Arthur (William Hurt) y Eleanor Barret (Madeleine Stowe). Él es impotente y no pueden tener hijos con lo que optan por "alquilar" a un joven estudiante (Neil Patrick Harris). Entre medias, se cruzará un sacerdote (Kenneth Branagh). Las apariencias, la doble moral, las pasiones..., controladas en primera instancia, empezarán a desbocarse. Linka Glatter dirige con corrección una película con notable diseño de producción y donde el "tour de force" entre los actores es el gancho principal. No acierta al optar por una subrayadora voz en off narrativa y por enseñar tanto las cartas para que las veamos venir.

A favor: El "cuarteto" protagonista y la exposición de las emociones que los ligan.

En contra: Cierta afectación que la sobrecarga, la voz en off del personaje de Branagh, su previsibilidad.