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    Straight Outta Compton
    Críticas
    3,5
    Buena
    Straight Outta Compton

    Los chicos del barrio

    por Xavi Sánchez Pons

    Si bien el tema del biopic hipopero ya había sido transitado en el cine americano con anterioridad en títulos como 8 millas, Notorious o Get Rich or Die Tryin', es ahora con Straight Outta Compton cuando el género ha encontrado su versión más exitosa y mediática. Sleeper del año en las taquillas estadounidenses, la película retrata los años fundacionales y la posterior evolución de la banda de rap N.W.A, un grupo de chavales surgidos de una problemática ciudad del condado de Los Angeles (la que da nombre al filme y a su primer disco) que en la segunda mitad de los ochenta puso banda sonora y denunció los abusos policiales que sufría la comunidad negra que vivía en los guetos. La cinta de F. Gary Gray se centra sobre todo en tres de sus componentes: Dr. Dre, Ice Cube y Eazy-E. De hecho, se sirve de ellos para trazar un repaso didáctico y leído sobre el auge del gangsta rap y como este dio origen a una serie de artistas que marcarían el futuro de la música negra.

    La película, que se inicia con una fantástica escena de acción a lo Le llaman Bodhi, una redada policial que sirve para presentar el personaje de Eazy-E, juega en el terreno del biopic clásico, pero evitando caer en lo rancio. Aquí hay un buen pulso narrativo, nervio –sus casi dos horas y media de duración pasan volando-, y algunos aciertos de puesta en escena; sobre todo la elección de una fotografía impresionista, a ratos en claroscuro, en un relato que se desarrolla en su mayor parte en casas con las persianas bajadas (una atmosfera casi de after) y a altas horas de la noche en estados emocionales al límite. Otro punto a favor de Straight Outta Compton es su acertada mezcolanza de géneros (thriller, drama familiar, cine denuncia), un hecho que enriquece el conjunto y lo lleva más allá de la simple historia biográfica. Si bien no profundiza en el tema, la inclusión de la brutal paliza a Rodney King y los posteriores disturbios en Los Angeles tiene, tristemente, una enorme resonancia con los episodios actuales de brutalidad policial sufridos por la comunidad afroamericana en los Estados Unidos.

    Historia sobre la fractura de una amistad (la de los miembros de N.W.A), de la corrupción y vulgarización de la idea del uso del hip hop como arma de denuncia y cambio social (un hecho que derivó en el enfrentamiento entre diversos clanes raperos), de las oscuras maquinaciones de la industria musical (ahí están los managers siniestros, uno blanco y otro negro, caras de una misma moneda interpretadas de forma fáustica por Paul Giamatti y R. Marcos Taylor), pero también un repaso apasionado sobre la creación de los mitos actuales del rap (Dr. Dre, Ice Cube, Snoop Dogg o el fallecido Tupac Shakur), Straight Outta Compton acaba aprobando con nota a pesar de algunas decisiones cuestionables. Léase: el maniqueísmo con el que es mostrado el estamento policial, el nulo protagonismo de las mujeres en papeles principales y el olvido del oscuro episodio de malos tratos que protagonizó Dr. Dre con la madre de unos de sus hijos, Michel'le Toussaint.

    A favor: su carácter didáctico, necesario para los no iniciados en la música rap

    En contra: la nula presencia de mujeres en su reparto principal y la omisión del caso de violencia de género que protagonizó Dr. Dre.

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