Últimas opiniones sobre Filth, el sucio

Un James McAvoy espectacular, dramático, intenso, loco, divertido y gracioso sin duda me gusto muchísimo Filth, El Sucio

Primero que todo, nunca he leído el libro y ahora lo haré, que final, me encanto todo lo mostrado en esta película, la actuación de James McAvoy fue tremenda, una de las mejores actuaciones que he visto de el sin duda. Bruce es la persona mas repugnante que puede existir, mal intencionado, malvado, porquería, y ese personaje es el claro ejemplo de una mente enferma y perturbada, a veces se necesitan este tipo de personas en el mundo para poder apreciar lo bueno que tenemos, buscar ayuda profesional nunca esta de mas. Nada es lo que parece. Same Rules Apply.

James McAvoy se sale!! Película en la que hay excesos y descontrol tanto mental como de drogas y sexo pero por muy entretenida que parezca a veces aburre. Es el tradicional cine británico callejero, vibrante y deslenguado. Si os gustó Dom Hemingway os la recomiendo.

Me ha sorprendido mucho la película, es un torrente continuo de humor negro-ácido y situaciones jodidamente crudas que retratan, de forma frenética, lo asqueroso y bajo del comportamiento humano a través de la paranoia en la que está sumido Bruce (y las constantes situaciones que se dan entre los compañeros). La actuación de McAvoy me parece tremenda, tiene unas expresiones que le van al personaje como anillo al dedo. La última escena me ha pillado por sorpresa. Se veía venir que él iba a hacer eso llegado el punto en el que estaba (de alguna forma, era su redención), pero tal y como la cierran me parece una patada al estómago acojonante. La justicia está servida y así funciona el juego, y sonríe el puto Robertson. Película curiosa cuanto menos. La opinión de los que la critican diciendo que se trata del Torrente escocés me parece desmerecedora para esta película y, probablemente, en la novela de Welsh se profundice mucho más en su psicología, pero eso no me parece motivo para no recomendar esta cinta. Vedla :)

Está bien crear un personaje tormentoso, dañino en su manifestación personal pero su pena, su gran miseria debe llenar la pantalla, satisfacer tu espera; para lástima nuestra, no es el caso, apenas lo consigue mínimamente. Pronto te cansas de su rutina autodestructiva, de su continuada maldad, de su ofensiva malicia a la que respondes en espera, preguntándote que dolor, historia esconde dentro de su interior. Una vez descubierto el pastel, motivo o acicate de tanta amargura y tormento no impresiona ni causa el efecto que debería, su relato personal no te colma completamente ni te justifica la tirada desproporcionada de una podrida baraja cuyas cartas son lanzadas como misiles antipersona. Ritmo acelerado y frenético, una genial banda sonora, movimientos del pinball, una potente interpretación y mucho intercambio dialogado para un personaje entregado erróneamente al público, cuyos actos repetitivos te dejan vacío pues el por qué de sus pasos no impacta lo suficiente para querer seguir observándole, una espiral de violencia cuyo origen no estímula, visita al museo del horror caprichoso sin buena justificación. Desconcierto inoportuno por la desproporción de palabras ofensivas y groseras, actos destructivos y un constante "mal rollo" que no es compensado por el contenido que esconde. Sólo, brevemente, su inicio de actuación, el descubierto origen de su pausado proceder consuela ante las expectativas creadas, parece abarcar tanto abuso, pin-pon extremista y cobarde, juerga abusiva sin contenido ni seguida, un sociópata bipolar drogadicto-putero-borracho cuyo desfile, incorrección y soberbia llegan a crear hastío por su falta de enlace, conexión con un propósito, con algo que conforme dicha explosión de barbaridades. Para observar, simplemente, un comportamiento esquizofrénico y malsonante sin más me voy a una discoteca el fin de semana!!!