El muchacho de Oklahoma

Tom Brewster es un estudiante de leyes que está totalmente en contra del uso de las armas de fuego, y cuyo sueño es ser un abogado respetado por la comunidad. Preparado para acabar convirtiéndose en uno, sus pies le llevan a Bluerock, un pequeño pueblo que acaba de elegir a su alcalde, el mayor Barney Turlock. Este hombre dista mucho de ser un modelo a seguir, pues es el dueño del saloon y su nefasta influencia se extiende a varios niveles sociales. Una vez conoce a Tom, Turlock piensa confiado que siendo tan joven será fácilmente manejable, y no duda en nombrarle sheriff para convertirlo en un brazo ejecutor que nunca haga preguntas.

Tom, sin embargo, quiere hacer las cosas a su modo, y sus métodos no tardarán en chocar con las aspiraciones de Turlock, mientras ha de ponerse a la búsqueda de un peligroso pistolero buscado en varios estados y conoce a la bella Katie Brannigan, hija del anterior sheriff cuya muerte aún está sin aclarar.