Crítica de SensaCine.com para La ira (The Rage: Carrie 2): Emociones que matan

Secuela prescindible de la popular adaptación que firmó Brian de Palma veintitrés años antes. Es difícil olvidar la estampa sangrienta de una terrorífica Sissy Spacek que ejerció entonces como joven protagonista de la adaptación de la novela de Stephen King. En esta continuación simplemente se trata de recoger algunos restos del éxito anterior. Sin embargo, The Rage: La ira (Carrie 2) de Katt Shea es una película torpe, con muy poco genio y atractivo.

Su trama gira en torno a un caso similar al de Carrie, con parentesco incluido, dado que la Rachel protagonista de esta es hija de Ralph White, el también padre biológico de Carrie. El guión no sabe hacer otra cosa que repetir los elementos de su antecesora. La madre de Rachel también es una fanática religiosa y su hija también es objeto de "bullying" en la escuela y portadora de capacidades telequinésicas. Y nada nuevo bajo el sol, salvo más sangre y más muertes vengativas. Por cierto, 2013 será el año en el que se estrene el remake del filme de De Palma que ha dirigido la realizadora Kimberly Peirce (Boys Don't Cry), con Chloë Grace Moretz como Carrie White y Julianne Moore como su progenitora Margaret (haciendo las veces de la Piper Laurie de la primera cinta).

A favor: Cuando rememora a su antecesora, aunque lo haga de manera bastante vulgar.

En contra: Todo lo demás.