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    Dando la nota
    Críticas
    2,0
    Pasable
    Dando la nota

    Nerd power a capela

    por Mario Santiago

    'Dando la nota' es una de esas películas cinceladas por los signos de los tiempos. Sobre todo por el desplazamiento de lo nerd desde los márgenes del entertainment hacia su núcleo central. Un cambio de paradigma constatable en infinidad de películas y series, de 'La red social' a 'Glee' (un referente directo del filme que nos ocupa), de 'Infiltrados en clase' a 'Big Bang'. Los protagonistas de 'Dando la nota' son estudiantes de collage aficionados al canto a capela, una pasión que parece consumir todo su tiempo y gracias a la cual alivian sus angustias y consolidan su estatus social. Como si fueran los hermanos mayores de los chicos de 'High School Musical' o los herederos de los cantarines protagonistas de 'Grease', estos preuniversitarios se dejan la piel en el tuneo de conocidas melodías pop y en la confección de vistosas coreografías de grupo. Una tarea desarrollada con un loable espíritu amateur: digamos que los profesores de 'Fama' seguramente no aprobarían a nuestros protagonistas, un circunstancia que otorga a la película una dimensión humana bastante entrañable. Por desgracia, este crítico no tiene muchas más cosas positivas que destacar de la película.

    Sostenida por unos mimbres dramáticos excesivamente frágiles —el drama personal de la protagonista y la subtrama romántica son lamentables—, 'Dando la nota' sobrevive gracias a algunos personajes secundarios que aportan algo de chispa al conjunto: la emergente Rebel Wilson en la piel de la descarada Fat Amy, Ben Platt dando rienda suelta a la figura del proto-nerd, y el dúo formado por Elizabeth Banks y John Michael Higgins como los comentaristas más políticamente incorrectos que uno pueda imaginar. De hecho, la película, dirigida por el realizador televisivo Jason Moore, crece cuando explota a fondo su vertiente más caricaturesca, canalizada a través del desaforado espíritu competitivo de algunos personajes, o también por el juego irónico con los arquetipos de la teen movie. Sin embargo, cuando pretende volverse profunda, la cosa naufraga estrepitosamente: la escena en la que se pretende recrear la ronda de confesiones de 'El club de los cinco' se salda con un fracaso en toda regla. A decir verdad, este crítico se pasó gran parte de la película fabulando con la chicha que le habría sacado Christopher Guest ('Very important perros', 'Un poderoso viento') a las aguerridas competiciones de canto a capela.

    Por último, vale la pena detenerse en el trabajo de la protagonista de la función: la ascendente Anna Kendrick, un espécimen singular en el homogéneo universo de las jóvenes actrices de Hollywood. Dotada de una belleza aguileña, Kendrick dio el salto a la popularidad gracias a su notable papel de estirada "pepito grillo" en la olvidable 'Up in the Air'. Con el tiempo, hemos descubierto que la chica también sabe desmelenarse y, de hecho, este crítico está convencido de que con unas facciones más convencionales Kendrick podría haber optado a ser una superestrella teen de su generación. En el papel de rebelde sin causa —la chica "alternativa" golpeada por el angst adolescente—, resulta mucho más convincente que la limitadísima Kristen Stewart, y a la hora de jugar la carta del ingenio supera en autenticidad a la solvente Ellen Paige. Sólo Emma Stone queda lejos de su alcance.

    A favor: Anna Kendrick.

    En contra: Los intentos de insuflar algo de dramatismo a la película.

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