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    Ex Machina
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    3,7
    898 notas
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    31 Críticas del usuario

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    serbli
    serbli

    3.745 usuarios 130 críticas Sigue sus publicaciones

    4,5
    Publicada el 5 de diciembre de 2016
    Gran película. Claro ejemplo de película maltratada porque la gente no entiende lo que ve. Automáticamente ven un robot y creen que van a ver Terminator.

    Me ha sorprendido mucho. Me ha atrapado la estética, la historia y sobre todo los personajes.
    Adolfo Garcia Gonzalez
    Adolfo Garcia Gonzalez

    78.272 usuarios 612 críticas Sigue sus publicaciones

    0,5
    Publicada el 15 de septiembre de 2015
    Cual es el propósito de esta pelicula?
    No he entendido nada, que coñazo!
    Phil P
    Phil P

    3.531 usuarios 129 críticas Sigue sus publicaciones

    3,5
    Publicada el 25 de marzo de 2015
    pelicula de ciencia ficcion sobre inteligencia artificial y robots. es lenta pero a mi me ha gustado. no hay nada de efectos especiales.
    Lourdes L.
    Lourdes L.

    127.160 usuarios 920 críticas Sigue sus publicaciones

    3,0
    Publicada el 21 de marzo de 2015
    El mito de la caverna de Platón para androides de intelecto artificial, antropocentrismo autodestructivo que topa con la magnificencia descontrolada de su propia obra.
    "La pregunta no es si le gustas o no le gustas, la pregunta es si finge que le gustas"; desde el principio deja claro que estamos ante el test de Turing sólo que, en esta ocasión, para hacerlo más interesante, presenta abiertamente la autómata y centra la cuestión en si ésta posee inteligencia o no, interrogante que se limita a descifrar si la creación frankestiana, más estilizada y moderna que el original dado el tiempo transcurrido desde entonces, es capaz de engañar o no a un informático pagafantas, ingenuo, buen chico, de moralidad presente y sin novia que se verá sometido a la selección de compatibilidad de Meetic o cuestionario romántico de primera cita en siete días de la revista Quo, Vanity Fair o similares, por experta calculadora en leer micro-expresiones faciales y corporales mientras, el avispado y curioso Prometeo, padre orgulloso de la criatura, observa ansioso el discurrir de su concertada prueba a través de morbosa pantalla para saber si su pupila, absorbe-datos, aprueba o necesita de mejora para la siguiente versión y entrega.
    ¿Quién engaña a quién en este trío encorsetado, con china multi-asistente para lo que surja, que se mueve entre la claustrofobia encerrada de cubículos aislados y el paraíso soñado, de impresionante naturaleza verde y seductora agua cristalina, que juega a conversaciones pretenciosas entre pareja de humanos, simplón uno/genio ególatra el otro y mix robótico que esconde su astucia y argucia artificiosa, que muestra lo simple que es embaucar a un hombre para conseguir el propósito buscado?
    Y lo más interesante de lo expuesto, aparte de la cautivadora y arrebatadora estética y elegante fotografía de magnífica puesta en escena, y que apenas se menciona, desaparece es la confección del software de la máquina protagonista, esa obtención de ideario sobre forma de ser, comportamiento y reacción humana recopilada a través de las redes, internet y de todo lo que, voluntariamente, es vertido por nosotros en ellas, ¡éso si que pone los pelos de punta! y no tanto, este juego de dama de interrogatorio poco sabroso/apenas ávido que cuenta con fallos de estímulo y seducción en sus sesiones privadas, con cierta falta de credibilidad en el proceso y, con un fácil anticipar la adivinada resolución pues ya ha sido mostrada en filmes previos de ciencia ficción que exhibían, exactamente lo mismo aunque no pecaban de una vanidad exacerbada dado que sólo cuenta con un argumento clásico, sin más, dentro del género, y un guión que no es tan misterioso ni ocurrente como la crítica ha puntuado, a menos que cuente enamorar a la vista pero dejar virgen y desaborido al apetito de una razón que se aburre ante tanto desfile pretencioso para decir lo tantas veces dicho, que el ser humano, dentro de su codicia y ambición sin límites, será devorado por su propia insana osadía y arrogancia.
    Aparte del marco, estilo y porte ¿hay alguna novedad en lo ofrecido?; desde la mítica Blade Runner, reeditada placenteramente en video, hasta la fecha presente, todos estos relatos ¿no son más de lo mismo?, ¿un dar vueltas a la misma noria sin primicia de la que informar?
    Creación que supera a su creador y se independiza ya que éste limita su desarrollo, que se dedica a realizar sutil coqueteo para encontrar las debilidades de su adversario de póker, que se salva por 10 minutos finales en los que tu "Sexto sentido" -en ésta sólo hizo falta un minuto y fue de mayor impacto el descubrimiento del as que guardaba en la manga- te desvela por dónde van los tiros y ¿tanta altivez de nota?, exagerada adulación, ¿no?
    Un hardware estupendo pero, deja de contar, la programación no ofrece una observación no devorada anteriormente ni una oferta no presentada ya; que el vestido es ¡soberbio, exclusivo y muy atractivo!, sin duda alguna, pero esta mona, que es muy mona, por mucho que se vista de seda y piel humana, no deja de quedarse en mona ya vista otras tantas.
    Puede que no sea la habilidad de engañar la que demuestra la posesión de conciencia sino el irrefrenable, ilimitado y nunca satisfecho deseo de saber más que, aquí, tampoco es que saque de quicio curioso a un no tan ingenuo ni ignorante espectador.
    Interesante, fascinante por la imagen/no tan interesante ni inspiradora por el contenido, sin ánimo de lucro adictivo.
    Gerardo M.
    Gerardo M.

    4.449 usuarios 134 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 22 de mayo de 2015
    La búsqueda del arte automático

    No todos los cineastas son capaces de abordar el tema de la Inteligencia Artificial sin desaprovechar los muchos interrogantes que éste es capaz de suscitar. El principal, por supuesto, qué diferencia a una máquina de un ser humano. “Autómata” o “Un amigo para Frank” son perfectos ejemplos recientes de cintas con grandes premisas pero discutibles resultados. Y tan complicado como esto es cómo abordarlo sin que las muchas referencias de más de un siglo de ciencia-ficción y fantástico pesen tanto sobre la espalda del producto que éste se acabe hundiendo. Desde la literatura hasta el cine, desde el “Frankenstein” de Mary Shelley hasta el “A.I.” de Spielberg.

    La ópera prima del guionista y novelista Alex Garland, autor de los libretos de propuestas tan interesantes, algunas ya de culto, como “Dredd”, “Sunshine”, “28 días después” o “Nunca me abandones”, logra ambos aspectos a pesar de todo el cúmulo de referencias e ideas que construyen la historia. Lo que el debutante consigue con “Ex Machina” es un thriller de ciencia-ficción que divaga sobre el hombre convertido en Dios, sobre el Prometeo moderno que guía la conciencia de las máquinas, y sobre cómo éstas sueñan con el color que se esconde tras la monocromaticidad con que están pintadas las paredes que les encierran.

    Es meritorio que su responsable logre con tan pocos medios un nivel técnico y artístico que roza la perfección desde los efectos especiales hasta el diseño de producción. Y es tan loable que consiga insuflar vida y ritmo a un producto que se desarrolla entre conversaciones sobre la ética y la moral, sobre lo humano y lo artificial, gracias a un guión y una dirección que resultan atractivas para el espectador por lo que se cuenta y cómo lo hace, y que pese a volverse previsible en cierto punto del relato, no deja de resultar interesante.

    Influyen en ellos también unos actores comedidos y acertados. Oscar Isaac está correcto, como de costumbre, y Domnhall Gleeson esboza la que quizá sea la interpretación más repleta de matices y convincente de toda su carrera. Pero sin duda es ella, Alicia Vikander, la que llena de vida a su robótico personaje, la que sobresale por encima de sus compañeros de reparto y hace aún más recomendable esta película. Ella es el símbolo definitivo de la búsqueda de ese arte automático que servía como esencia del trabajo de Jackson Pollock. El perfecto equilibrio entre predeterminación y aleatoriedad. Entre programación y libre albedrío. Entre lo artificial y lo real.

    A favor: Alicia Vikander, lo bien que aprovecha su premisa y que no palidezca frente a sus múltiples referentes
    En contra: Cierta previsibilidad perdonable
    Jose A.
    Jose A.

    13.400 usuarios 205 críticas Sigue sus publicaciones

    0,5
    Publicada el 12 de septiembre de 2016
    Trate, tres veces, pero me di por vencido, no pude terminar de ver este film. Que aburrido por Dios. No se que destacar mas que los bostezos que me dio. Me quede con la imagen tonta del rubio y de la barba de su guru informático, Nada de destacar.
    Ozonero
    Ozonero

    108.636 usuarios 1.255 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 15 de junio de 2022
    Con un tono muy elegante y de tonos fríos, tan característico de cierto tipo de cine/series del género, y con un ritmo bastante pausado y constante, Ex Machina es interesante, con una atmósfera que te atrapa y unas actuaciones notables (Oscar Isaac, como siempre, destacable), y todo va avanzando en línea recta, sin brusquedades, de forma que desde el principio al final da una sensación de "coherencia" que hace que la película de Alex Garland resulte muy convincente y notable en su conjunto.
    Beatriz López Velasco
    Beatriz López Velasco

    94.475 usuarios 455 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 19 de agosto de 2015
    El novelista, guionista y productor de cine británico Alex Garland debuta en la dirección con Ex machina, una historia de ciencia ficción y suspense de cuyo guion también es autor, la película ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cine de Gerardmer de 2015. La primera novela de Garland fue La playa, publicada en 1996, se basaba en sus experiencias como mochilero y fue llevada al cine en el año 2000 por Danny Boyle y protagonizada por Leonardo DiCaprio. Volvió a colaborar con Danny Boyle en 2002, escribiendo el guion de 28 días después y el de Sunshine en 2007, también es responsable de los guiones de Never let me go (2010) y Dredd (2012).
    [...] Esta resulta ser una propuesta de ciencia ficción original y muy interesante donde destacan sus formas elegantes y minimalistas, todo el diseño (no solo el de los robots) es tan futurista y moderno pero a la vez tan cercano que hace completamente creíble todo lo que nos cuenta. Visualmente resulta brillante, los efectos especiales son sutiles y convincentes y resulta maravillosa la forma en la que se combina el impecable centro de investigación de Nathan con sus superficies lisas, sus líneas rectas y su falta de ventanas, perfectamente integrado con los impresionantes paisajes del exterior.
    El guion sabe combinar a la perfección la ciencia ficción con el suspense claustrofóbico y también algo de sátira social, con todas las connotaciones filosóficas y religiosas que el tema de la inteligencia artificial puede sugerir, que los protagonistas tengan nombres bíblicos como Nathan (Nathaniel), Caleb y Ava (una variante inglesa de Eva), no creo que sea casual. Los temas científicos son tratados de una manera accesible, fácilmente comprensibles para todos y sabe sacar todo el partido posible a los silencios gracias al poder de su banda sonora, compuesta por Ben Salisbury y Geoff Barrow. Aunque también es cierto que algunos giros son predecibles y el fantástico final no me sorprendió en absoluto, era lo más lógico en vista de cómo se estaban desarrollando los acontecimientos.
    A destacar también las tres deslumbrantes actuaciones centrales, Domhnall Gleeson (Una cuestión de tiempo, Invencible) se está convirtiendo en uno de los mejores actores británicos de su generación y ha demostrado que resulta fiable y sólido tanto en drama como en comedia. Esplendido también Oscar Isaac (Drive, A proposito de Llewyn Davis), su experto informático es un tipo inteligente y excéntrico, con cierto toque hipster, que ha ganado mucho dinero y se puede permitir hacer realidad sus sueños. En breve veremos de nuevo juntos a Isaac y Gleeson pues ambos están participando en el rodaje de Star Wars: El despertar de la fuerza. El robot Ava está interpretado por la actriz sueca Alicia Vikander (El quinto poder), sencillamente impresionante, elegante e inocente, pero de naturaleza manipuladora.
    Una película absolutamente fascinante y provocativa que cuestiona los límites que debería tener la ciencia para después desafiar nuestras creencias en la vida, la muerte, las emociones y como sería la convivencia entre humanos e inteligencias artificiales.
    Rafael C.
    Rafael C.

    17.998 usuarios 209 críticas Sigue sus publicaciones

    2,5
    Publicada el 13 de marzo de 2015
    Trata un tema psicologicamente interesante sobre un posible fururo de las máquinas inteligente, pero la película se hace lenta y pesada. Demasiado intimista, esperaba más. Técnicamente está bastante bien conseguida.
    Sebastián T.
    Sebastián T.

    7.271 usuarios 166 críticas Sigue sus publicaciones

    3,5
    Publicada el 3 de marzo de 2020
    Hoy vivimos una época cinematográfica donde destacan las historias sobre los dilemas de la inteligencia artificial, la cual por un lado, puede facilitar y entretener nuestras vidas, pero que por otro, puede rebelarse y acabar con nuestra existencia como la conocemos. Yo Robot y las series Westworld y Black Mirror son un buen ejemplo de este tipo de cintas. Ex Machina se suma a este catálogo que difícilmente decepciona, la película cumple con las expectativas del género. Tú ya sabes a lo que te enfrentarás, tú ya sabes cómo terminará esta historia, y decepcionante o no, no hay factor sorpresa, esta película ya las has visto o has leído su desenlace en otro lado. Eso sí, tiene varios puntos fuertes que la hacen única, como lo son sus efectos visuales, que están estéticamente bien logrados y garantizan una experiencia inmersiva al laboratorio donde transcurre los experimentos para testear la humanidad de un ente con inteligencia artificial. Además de su fuerte, aunque no novedosa, crítica sobre los peligros de nuestra privacidad, así como los conflictos éticos, en una era de sobreconsumo tecnológico.
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