El joven director canadiense Jordan Barker se ha consolidad en el género de terror participando en el Festival de Cannes y ganando premios en el New York Horror Film Festival y el Screamfest de LA, además de festivales como los de Lexington y Houston.
Es la segunda coproducción de terror hispano-canadiense en menos de 6 meses tras el éxito cosechado por Mamá.