Crítica de SensaCine.com para Papusza: Vida de una poeta (maldita)

Una estilizada panorámica en blanco y negro nos adentra en esta película sobre la poetisa Papusza, gitana polaca y una de las pocas voces literarias de este pueblo nómada que vio su obra traducida en múltiples idiomas. La asombrosa fotografía es, de hecho, uno de los puntales sobre los que los cineastas Joanna Kros y Krzysztof Krauze sostienen el biopic de la escritora; una fotografía pictórica y delicada, siempre monocroma, buscando en los múltiples matices del gris la malograda suerte de la protagonista: casada a la fuerza con su tío, un gitano músico, sobrevivió a las dos guerras mundiales, a la imposición del gobierno polaco comunista de abandonar su vida de caravanas para establecerse en casas y al rechazo de su pueblo cuando el modesto éxito como poetisa llamó a su puerta. Renegada, acabó sus días en un asilo, rozando la locura.

Kros y Krauze trazan un biopic compuesto por viñetas episódicas que van y vienen, sosegadas, en el tiempo, recorriendo los momentos claves de la vida de Papusza –su nacimiento, su trágica boda, su encuentro con el escritor polaco Jerzy Ficowski (Antoni Pawlicki), que convivió hasta dos años con el pueblo gitano huyendo de una orden policial de arresto, sus últimos días aislada- en busca de una narrativa emocional en vez de cronológica. “Si no hubiera aprendido a leer, sería más feliz”, se lamenta hacia el final de los días la escritora, interpretada con demasiada pasividad por Jowita Budnik, como si el hecho de querer acercarse al mundo que le rodea hubiera sido la mayor de las maldiciones. Los directores, no obstante, no se recrean en la distancia cultural entre gitanos y europeos en unos años en los que Europa no destacó como escenario de justicia social, sino que intentan dibujar a una comunidad incomprendida a causa de una manera de vivir anclada en el pasado, en ocasiones oscura.

A favor: Su fotografía en los colores del luto, de acorde con el tono amargo de la biografía de Papusza.

En contra: El carácter elegíaco oculta el talento de la escritora; a quien, por cierto, apenas se la ve escribir durante la película.