El triste olor de la carne

El film sigue a Alfredo Barrera (Alfredo Rodriguez), un hombre convencional a quien la vida le da un inesperado giro. Como cada día Alfredo lleva a su hija al colegio, sin embargo, este jueves 30 de enero no será un día cualquiera. Por primera vez el patriarca cambia su itinerario, de hecho, no será lo único que cambie durante el día. Nadie imaginaba que en pocos minutos fuera a ser desahuciado, pero lo que tampoco nadie sabía es que Alfredo va un paso por delante, y tiene un plan.

Acosado por la crisis, Alfredo intenta mantener la calma, poniéndose como cada mañana su elegante traje de ejecutivo, sin embargo, en su interior está desesperado, su destino parece estar condicionado y se niega a aceptarlo.

Grabada con una cámara al hombro y haciendo hincapié en los detalles, El triste Olor de la Carne, pretende reflejar de manera realista y cercana, rozando incluso el género documental, la situación de crisis que atraviesa el país. Para ello utiliza el ejemplo de uno de los casos más repetidos en los informativos, el desahucio de una familia.