Últimas opiniones sobre Perdiendo el norte

la mejor película por mucho, me encantó, me parece tan relajada, tan cómica, no sé, la amo. me encanta como tocan cada tema.

A pesar de que Perdiendo el Norte, como está pasando con la mayoría de películas taquilleras nacionales de los últimos tiempos, es otra comedia llena de topicazos y de situaciones muy de clichés, no se le puede negar que tiene situaciones divertidas (especialmente las del personaje encarnado por Julián López o los momentos de un secundario de lujo como Sacristán, o de un divertido Miki Esparbé), y que este tipo de films no engañan, son para lo que son, y dentro de esas premisas, obviando algún trabajo interpretativo que deja que desear, es entretenida y te saca la risa en ciertos momentos

Que es una comedia es obvio pero ¿Quién no ha vivido en Alemania y se ha sentido identificado con esta historia? Doy 5 estrellas porque según parece no soy el único que ha vivido una experiencia similar y digo similar porque muchos lo han pasado mejor o peor. Estos chicos almenos tuvieron "la suerte" de estar en Berlín, una ciudad multicultural con la que puedes ir tirando con el inglés, pero ya ven, en el kebab der tío manué. Estar en una ciudad como Berlín también conlleva a tener más posibilidades de conocer a gente española y gente que no es de España pero que hablan el idioma como el chico turco de la película. Yo viví en una región sólo con gente mucho más cerrada y españoles a 50 km mínimo. Una frase muy buena de Andrés;
"El que olvida su historia está condenado a repetirla"
La mía la quise olvidar pero quién sabe si la necesidad hace regresar a un lugar que dejó el idioma y poco más. Claro que sí se diera el caso, sería en una ciudad grande, importante y multicultural.

Muy buena peli para pegarse unas risillas tranquilamente con los amigos!! Y con denuncia social included

Comedia española que empieza muy bien en la que parece que te vas a sentir identificado y que de repente cambia y se vuelve la típica comedia española en la que el chico la fastidia y hace lo posible por recuperar la chica, por ese motivo la película pierde mucho y se queda a medias de contar la historia completa de la inmigración de los jóvenes de hoy en día.

Si no fuera por la magnífica interpretación de José Sacristán y por cuatro o cinco puntos de humor, aunque algo manidos, la película estaría bajo suspenso. No convence en la historia que plantea y los límites de “topicazos” se sobrepasan de forma continua. Contemporánea en la trama pero añeja en las ocurrencias.

El cine no siempre te tiene que hacer pensar, comerte la cabeza, recapacitar o simplemente alterar tus emociones. También necesitamos que nos den una historia con la que sentirnos identificados y reírnos de eso. Descubrir que no somos los únicos que tenemos problemas y que los personajes de una película los solucionan tomándoselo con humor. Y es que si hay algo que todos los espectadores necesitan de vez en cuando es reírse.

Con dos carreras, tres masters y mil ganas de comerse el mundo laboral. Así comienzan los protagonistas de “Perdiendo el norte“. Pero pronto descubren que si en tu país no encuentras lo que necesitas, quizás debas buscarlo fuera. Lo que en un principio iba a ser una oportunidad de evolucionar, puede convertirse en todo lo contrario..

Nacho G. Velilla, creador de dos de las mejores series de televisión de este país: “Siete vidas” y “Aída“, se embarca con dos jóvenes promesas salidas también de la televisión, en una comedia que hereda el humor de sus series. Rebosando chistes ingeniosos y sarcasmo, “Perdiendo el norte” sirve única y exclusivamente para pasarlo bien. Al igual que con “Ocho apellidos vascos“, “Las ovejas no pierden el tren“, “Fuga de cerebros” y “Ahora o nunca“, la película utiliza un plantel de secundarios de lujo para atraer y poner ese punto de calidad interpretativa (si es que le faltara, no es el caso). Jóvenes que buscan su sitio, como tantos y tantos espectadores que se sentirán identificados, y un humor irreverente. Esa son la bazas de una película que sin grandes pretensiones consigue lo que se propone: que lo pases bien y disfrutes de un rato de humor.

Lo mejor: José Sacristán. Único.
Lo peor: siempre se echa de menos en estas películas más protagonismo de sus secundarios.

Se puede ver pero no como comedia sino como drama. La verdad que reírme no es que me haya reído mucho, pero hace un reflejo perfecto de la España actual.
Las interpretaciones reguleras excepto el Gran José Sacristán que siempre cuaja sus papeles.

Una mas de las muchas que España tiene, debe ser que aqui nos gusta mucho el humor, pero no sabemos hacerlo de otra forma, puedes vivir sin verla.

Vaya castaña, como las de Ozores, Pajares y cía, llena de tópicos y muy mal hecha.