Mi cuenta
    Alguien a quien amar
    Nota media
    3,1
    8 notas
    ¿Tu opinión sobre Alguien a quien amar ?

    1 Crítica del usuario

    5
    0 crítica
    4
    0 crítica
    3
    1 crítica
    2
    0 crítica
    1
    0 crítica
    0
    0 crítica
    Ordenar por
    Mejores críticas Últimas críticas Usuarios que han publicado más críticas Usuarios con más seguidores
    Lourdes L.
    Lourdes L.

    127.181 usuarios 920 críticas Sigue sus publicaciones

    3,5
    Publicada el 29 de octubre de 2014
    "¡No te preocupas por nadie!..., me preocupo por ti"
    Cuando la conciencia que durante tantos años has obviado y evitado aparece en forma de hermoso rostro de ojos inocentes que juzgan en silencio en un niño desolado y perdido que mira, oye y calla pero lo dice todo con su inmutable y estática presencia, con su observador sentido visual que refleja lo peor de uno mismo, el retrato sutil y perfecto del egoísmo de elegirse uno, la adicción extrema a cualquier cosa, la nulidad para relacionarse, el miedo de la convivencia, el cobijo protector de la soledad, la violencia verbal ante el caos interior, impotencia y pánico de asumir compromisos, terror de vivir cuando no se sabe, pavor a la soledad del amanecer..., todo ello en el diseñado marco trágico de un artista que se protege del mundo y de sus sentimientos a través de su música, sus composiciones y su rutina bien establecida.
    Se dice poco con palabras, se expresa mucho con imágenes, con magistrales-delicados-superfluos contactos piel a piel, inteligente impacto de subliminal mirada con mirada que aterra y fascina por comunicar una verdad nunca expresada con sonido ni dicha con voz, toda una maravillosa y exquisita pieza de arte de escenografía gélida y distante, ambiente cortante e inexpresivo, vacíos emocionales continuos que esconden un polvorín de vergüenza, rencor y ansiedad, una calidez no expresada, responsabilidad no descubierta y un error incesante que carcome y devora todo pensamiento, envuelto en la delicia de abrazo y tierno roce de unas profundas, rasgadas y emocionantes canciones de maravilla sonora, acústica soberbia y fotografía enamoradiza que endulzan tus oídos, templan la vista, suavizan el espíritu y acompañan fantásticamente la impresionante interpretación de Mikael Persbrandt como padre desaparecido-abuelo furtivo-adicto a todos los malos de un pasado hereditario del que no es responsable y culpable de un presente agónico que le frena, descompone, asusta y que no puede ni quiere asumir.
    Rompedora explosión de mucha observación, adrenalina contenida y fervor atronador silenciado, alma solitaria y en pena acorralada por sus propios miedos y con tendencias destructivas de todo lo que le importa, obra expresionista de como Mr.Hyde se vuelve persona, más humano y deja de golpear, destruir, herir y devorar la sangre de quienes le rodean y la suya propia.
    Sufre con él, padece por él, siente junto a él, respira en sus forzadas ausencias, castiga su borde presencia, una fuente inagotable de tristeza, dolor y martirio que no encuentra salida más allá de la rabia, rebeldía e incomprensión de un inestable y asustado adulto más niño que su sereno, afligido y descorazonado nieto bien hallado que es la necesitada y urgente respuesta a esa pregunta que nunca tuvo coraje de formular.
    Cautivador relato de vivencia sentida que desgarra y descompone, anula y asfixia pero capaz de reconfortar y complacer plenamente por su sabiduría y sensibilidad argumental y un portento de actor que impresiona, atrapa y se come la pantalla.
    Adelante, pues, con su sabrosa digestión de acompañamiento querido en la ahogada y suplicante sentencia "..., porque Noa, ¡soy tu maldito abuelo!, proyecto de familia y esperanza.
    ¿Quieres leer más críticas?
    Back to Top