Crítica de SensaCine.com para Y de repente tú: Ella y sus (no) maridos

Si la máxima de la comedia romántica era la de conseguir que tras lo de chico conoce chica (o viceversa; o como prefieran hacer la combinación) estos permanecieron juntos para ser felices y hartarse de perdices, en esta anticomedia romántica (que acaba siendo más romántica que cualquiera de las que hacía, verbigracia, Sandra Bullock) de Amy Schumer la cosa va más por lo de librase de los compromisos, no atarse y seguir siendo feliz/infeliz desde la inmadurez. Una inmadurez (o tal vez esa es la verdadera madurez) asumida por la protagonista, siempre en un estado de afectividades similar a jugar a la ruleta rusa. Un tema de los que entiende mucho Judd Apatow, aquí mirando desde la barrera autoconsciente de simple encargado de la puesta en escena al torbellino creativo de Amy Schumer.

Estrella de la stand-up comedy, actriz, escritora, estrella televisiva y de internet… Schumer ha sabido reírse de sus miserias personales/generacionales conocedora de que son las de la gran mayoría de sus fans y seguidores. Dotada de una chispa poco común a la hora de sacar un diamante/gag del más negro carbón de la desgracia y el patetismo de los treintañeros urbanitas (extrapolable sin ninguna dificultad a los cuarentones de ciudad carne de la obra de Judd Apatow), Schumer ha hecho la que bien podríamos afirmar que es la comedia definitiva de las comedias sobre desorientación sentimental. Es, como los ejemplos más ambiciosos del género, una obra coral, vasta, rica en situaciones y personajes: la lista de cameos (los deportivos son los más jugosos y desternillantes)es inacabable, y no, no vamos a hacer spoilers al respecto. Es, pongámonos un poco más pedantes (eso que Amy rechaza, y con razón) y dejemos aquí escrito para la posteridad que Y de repente tú es el Guerra y paz de la no asunción de responsabilidades (y ya la novela cumbre de Tólstoi ya giraba sobre un antihéroe que no tomaba partido, que no quería tomar partido, incluso en temas románticos).

Guerra de sexos y paz de amistad/familiar, por descontado. Y humor, mucho humor, sobredosis de humor… Humor inteligente, borde, cafre, doloroso… real como la vida misma. Apatow ha sabido a quién apadrinar: Amy Schumer es casi su alma gemela, su reflejo (y no voy a decir femenino porque eso no importa)… Lo próximo será dejar que esta soberbia y certera caricata se ponga detrás de las cámaras de cine… en una de la pandilla Apatow.

A favor: Amy Schumer y todo su arsenal creativo-humorístico.

En contra: que seas alérgico a la propia manera de ser/hacer comedia de Schumer.