El director afirma que nunca hubiera podido afrontar esta película sobre la historia del genocidio armenio y sus consecuencias de no haber escuchado el relato del periodista español José Antonio Gurriarán, víctima de un atentado perpetrado por armenios, durante la presentación de su libro La Bomba en Marsella. El filme se basa en esta autobiografía de Gurriarán que narra el atentado que sufrió en Madrid a principios de los 80 de manos del ejército armenio para la liberación de Armenia.
Para darle a la película una dimensión universal de tragedia, Robert Guédiguian no se ha limitado a hablar del genocidio y sus consecuencias. En su lugar Una historia de locos es también una historia sobre la familia, la diáspora y la cultura arraigada.
El director Robert Guédiguian se decantó por la ficción en lugar de por el documental para tratar estos sucesos históricos por tres motivos: ya hay buenos documentales franceses y alemanes al respecto, no se sentiría igual de cómodo dirigiendo documentales y, sobre todo, la ficción permite universalizar las ideas y su impacto. Por eso aunque un documental es más preciso históricamente, la ficción permite crear personajes que el espectador no olvidará nunca.
La película está rodada en Marsella, Armenia y Beirut.