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    White God
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    Lourdes L.
    Lourdes L.

    1.814 usuarios 101 críticas Sigue sus publicaciones

    2,5
    Publicada el 21 de junio de 2015
    El Oliver Twist de los perros, la inmundicia de la inhumanidad donde la venganza, con sangre se cobra, es camino costumbrista y la violencia, como escenario perpetuo, tiene como lema ese mancillado "El perro es el mejor amigo del hombre".
    Cuando vi esta película la intuición me dijo que no me gustaría, que no sería de mi agrado y sabor; cuando visioné el tráiler algo me dijo que pasaría un inevitable mal rato durante la proyección pero seguí en mi voluntad de verla porque, de normal en estos filmes se pasa por la etapa de crueldad, horror y daño anímico para superarla y obtener ese final feliz de reencuentro y felicidad justa para los implicados, resurgir esperado de ese bravo espíritu que tantos incidentes y estropicios ha sufrido en sus carnes y que equilibra el padecimiento anterior.
    De modo que ¡allá voy!, armada de valor y dispuesta a soportar el indigesto trago venidero donde me compensa, ¡suplico por ello!, el esperado beneficio y fruto a recoger por este dios blanco, coraje incansable de lealtad y compañerismo que parece nada temer, cuya valentía y fuerza resiste y resurge como ávido campeón que ni el despreciable hombre puede aniquilar o desfallecer.
    Perros de raza permitidos, lugar de honor/mestizos enlistados, con taxa o al paredón, segregación perruna que nada tiene que ver con los sentimientos que se tienen por ellos, doble división como inicio de un angosto juego de subsistencia, lealtad y miseria que se reparte a partes ínfames y execrables ¡a cual peor!
    "Es duro perder a alguien a quien amamos"; la pérdida de un perro..., la pérdida de un miembro de la familia, quien no lo entienda así tiene un problema con su empatía y apego, sensibilidad de recibir mucho más de lo que tú puedas llegar a darles, toque de queda de quien ha sido vuelto asesino anulando su corazón sano, salvajada de un campo de batalla donde debería luchar el humano en lugar de esconderse tras el abominable uso de quien es inocente, maldad que encontrará su castigo con ese devolver a cada cual lo suyo y pagar por los actos mezquinos realizados, la venganza de un ángel caído vuelto satanás que sabe quién fue su instigador y culpable.
    No es agradable de ver, la fría firmeza y espanto con la que se acorrala, ejecuta y dispara es horripilante y dolorosa, martirio que va "in crescendo" conforme este huérfano de cariño abandonado y caricia olvidada se ve envuelto en la más horrible, dura y feroz supervivencia.
    "Todo lo que es terrible necesita de nuestro amor"; ejército de canes heridos en lo más profundo hasta perder su identidad, sin vuelta atrás, sin volver a ser el mismo, despavorido atentado que tiene sus consecuencias, incluso para quien no las merece, donde la cumbre es la-música-calma-las-fieras aunque no quede claro quién es realmente la bestia pues ésta no va a cuatro patas precisamente.
    Mi reflexión va a ser emocional, anímica más que todo, sin poder evitarlo porque al margen de su parte técnica, de dirección e interpretación, ésta simplemente no me ha gustado, me ha revuelto las entrañas y estropeado la cena; en ningún momento he conectado o simpatizado con su visión, todo lo contrario, he tenido que apartar la mirada de la pantalla en varias ocasiones según la aventura canina ganaba en maltrato y vergonzante agravio el cual no se ve compensado por su ansioso, y necesario para la turbada alma, final agraciado que mine y amaine mínimamente el dolor y trauma soportados.
    Lo siento pero no me vale lo vivido y padecido durante su recorrido, no es de mi aprobación ni conformidad, mucho menos de mi agrado, gusto desagradable de ofuscación para tierna alma sensitiva que se encuentra incómoda en la butaca mientras sigue el tormento en cámara; también es verdad que creí que habría más sentimiento en juego lo cual, por otro lado, me libra de una mayor angustia sentida.
    Que sí, afirmativamente, alegoría de lo peor del ser humano, fábula monstruosa sobre ese diablo provocado vuelto en contra nuestra, la barbarie de lo que se puede lograr cuando se asusta, intimida y asfixia hasta el límite a un ser bondadoso y querido, gráficamente trabajo loable de reconocimiento y aplauso bla, bla, bla..., todo lo que se quiera pero, nada de lo que escribo ni he leído sobre la misma, mucho menos presenciado en primera persona, alivia mi indeseable sabor de boca, rancio y áspero, agrietado y desquiciante que simplemente me ha fastidiado la noche.
    Duele tanta mala gente, duele tanto ogro esparcido por doquier que parece acaparar todo el cuento, duele y duele y duele este proyecto de fantasía de dibujos que accede al trono del largometraje y cuya herida escuece al tiempo que deja el corazón partido, despedaza tu ánima y reseca todo tu ofendido interior.
    ¿Demasiado sensible?..., puede ser, ¿excesivamente parcial y arbitraria?..., de todas segura, ¿imposible una lectura informativa donde olvidar tus emociones?..., ¡ya ves mi fracaso!.
    Sabía que iba a padecer y a pesar de ello me embarque, luego no te quejes pues la voluntaria tontería de dejarse arrastrar al fusilamiento y la ingenuidad que le acompañan tiene su coste racional, emocional, devastador y sensitivo; nota recordatoria personal
    "Él no lo haría", yo tampoco pues es un miembro de mi familia; a partir de ahí, no me sirve nada de lo visto, repito, repito y ¡repito!
    Soledad y tristeza, sin recompensa ni restitución, un abrazo ¡por favor!
    La Taverna del Mastí
    La Taverna del Mastí

    598 usuarios 72 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 18 de junio de 2015
    LA REBELIÓN DE LOS PERROS

    El cine húngaro ha tenido una industria cinematográfica notable desde los inicios del siglo XX, con personalidades como William Fox (quien fundó los Estudios Fox), Alexander Korda (que lideró la industria cinematográfica británica) o Adolph Zukor (fundador de Paramount Pictures); sin embargo, la gran mayoría de filmes que se realizan en el país no llegan a las carteleras españolas, siendo algo, a decir verdad, bastante paradójico. De hecho, del director Kernél Mundruczó, a pesar de ser uno de los últimos exponentes, solamente nos ha llegado uno de sus seis largometrajes de los que ha dirigido, siendo éste que nos concierne, titulado "White God (Dios Blanco)", el cual cabe decir que fue galardonado como Mejor Película en el Festival de Cannes 2014, y también ha sido seleccionado para representar al país húngaro en la próxima edición de los Oscar.

    Tras leer la sinopsis, se puede pensar erróneamente que se trata de una película con una premisa "algo chunga", ya que la línea de lo absurdo y ridículo es muy fina, y sin duda es fácil de traspasar; no obstante, nada más lejos de la realidad, ya que después de verla tengo que confesar que me ha sorprendido gratamente, siendo (bajo mi punto de vista) una de las mejores películas europeas de este año 2015.

    "White God" comienza como si se tratara de un cuento de hadas perverso, con un flashforward en el que aparece nuestra protagonista Lili, una chica de 13 años, huyendo en bicicleta de una gran manada de perros, por unas calles de Budapest prácticamente desiertas; y que deja entrever el principio de lo que está por venir. Tras este potente y sorprendente inicio, Mundruczó nos muestra una Hungría en el que existe una ley que obliga a censar (e incluso hasta pagar una cuota), por todos aquellos perros que no son de raza pura. Este hecho propicia que el arisco progenitor de Lili abandone sin piedad al leal perro Hagen a su suerte. A partir de aquí, la historia se divide en dos frentes bien diferenciados: el de una Lili que busca desesperadamente a su perro, y el de un ingenuo Hagen que tiene que eludir los peligros, vejaciones y abusos por parte de los humanos.

    Mundruczó cuestiona si ese manido concepto entre el hombre y el perro que dice que es "el mejor amigo" es bilateral, o se trata de una demostración más del poder dominante sobre todas las cosas del ser humano. A través de las dos subtramas, el director da rienda suelta a diversas lecturas y géneros; que van desde el mismo título del filme, un anagrama que juega con las tres letras de 'God', ya que tanto da leerlo como "White God" como "White Dog" (Dios Blanco - Perro Blanco); pasando por el drama infantil y animal, con puntos en común al filme "De vuelta a casa, un viaje increíble" (Duwayne Dunham, 1993), a "Lassie" (Serie de televisión estadounidense, 1954) o las novelas de Jack London "La llamada de lo salvaje" (1903) y "Colmillo Blanco" (1906); también el cine de denuncia social que juzga el maniqueísmo del ser humano, trazando una parábola sobre el fascismo, con esa malsana obsesión por la raza pura; y terminando en una salvaje y sanguinolenta sublevación, con tintes de terror apocalíptico, con claras reminiscencias al clásico de Alfred Hitchcock "Los Pajaros" (1963), "Cujo" (Lewis Teague, 1983), a la novela de George Orwell "Rebelión en la granja" (1945) o "El origen del planeta de los simios" (Rupert Wyatt, 2011).

    El trabajo de los especialistas y adiestradores de los animales es magnífico, ya que cabe decir que en este filme no hay nada de efectos digitales CGI, ni nada por el estilo, algo que lo dota de un realismo espeluznante. Zsófia Psotta está realmente notable encarnando a Lili, esa chica que experimenta el cambio a la pubertad; aunque el que se adueña de la función es sin duda el perro protagonista Hagen, del que podemos entender perfectamente como el alter ego de César (de la anteriormente citada "El origen del planeta de los simios"), ya que ambos capitanean la rebelión animal contra el ser humano. Asimismo, su factura técnica es asombrosa, con una banda sonora vibrante y emotiva, y unos 40 minutos finales apasionantes que te mantienen pegado a la butaca, culminando en un precioso y poético final (acentuado por la "Rapsodia Húngara" de Liszt), y que da pleno sentido al pensamiento del poeta checo, Rainer Maria Rilke, escrito al inicio del filme, que dice: "Todo lo que es terrible, necesita de nuestro amor".

    En definitiva, "White God" es una película impresionante, que contiene un realismo sobrecogedor, y que desentraña lo atroz que puede ser el ser humano con el reino animal.
    Jose L.
    Jose L.

    11 usuarios 19 críticas Sigue sus publicaciones

    2,0
    Publicada el 20 de diciembre de 2017
    Película diferente, que, desde luego, no va a gustar a todo el mundo.
    El guion, la historia en si, tiene sentido y avanza hasta un final surrealista.
    Puede que estemos ante un intento de concienciarnos del maltrato hacia los animales.
    aritzin
    aritzin

    6 críticas Sigue sus publicaciones

    3,0
    Publicada el 24 de abril de 2016
    La venganza de los perros maltratados. La primera parte es un tostón pero la últimos 45 minutos son totales. Los pájaros de Hitchock en versión canina
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