El condo Orlok sólo parpadea una vez en toda la película, cerca del final de la primera parte.
Muchas de las escenas del conde Orlok fueron filmadas durante el día y, cuando se ven en blanco y negro, resulta muy obvio. Más tarde, en las versiones "oficiales" de la película, este potencial gazapo fue corregido con tinte azul para representar la noche.
El equipo tuvo que cambiar el nombre de la película para evitar pagar derechos de autor por la adaptación del libro de Bram Stoker, pero la viuda del escritor presentó una demanda y consiguió que se reconociese la autoría. Todas las copias y negativos conocidos fueron destruidos a raíz de la sentencia judicial. Afortunadamente, la película logró proyectarse en otros países y esos negativos fueron los que perduraron.