Crítica de SensaCine.com para Lo que la verdad esconde: Escenas de un matrimonio

Hay una serie de directores que se mueven mejor en las películas pequeñas que en producciones de gran formato. Y precisamente ellos parecen forzar esta situación, dirigiendo películas más libres en medio de grandes producciones de Hollywood. Un gran ejemplo es Sam Raimi, que tras el éxito de su trilogía de 'Spider-man' se refugió en la magnífica 'Arrástrame al infierno', donde volvía a sus orígenes. O Peter Jackson, que antes de su trilogía sobre el famoso libro de Tolkien, realizó un serie B tan genial como 'Agárrame esos fantasmas'.

Algo similar podemos decir de Robert Zemeckis, que tras 'Forrest Gump' y 'Contact', y antes de su trilogía de animación tridimensional, tuvo el acierto de dirigir esta pequeña cinta de intriga, mezcla de drama psicológico y thriller hitchcockiano que es 'Lo que la verdad esconde'.

Quizás la presencia de dos estrellas como Harrison Ford y Michelle Pfeiffer pueda parecer que es el típico film que quiere atraer al público por el tirón de sus estrellas (al igual que la mayoría de films de Ford en las últimas dos décadas), o que su tramo final no sea tan inspirado, al buscar desesperadamente sorprender al espectador con un giro inesperado, una moda tras el éxito de 'Sospechosos habituales' y 'El sexto sentido', pero eso no puede ser óbice para señalar el acierto de Zemeckis al crear suspense a base de tiempos muertos, con muy pocos elementos, prácticamente dos actores y una casa. Una película poco valorada por sus pocas aspiraciones argumentales, pero que cumple sobradamente como ejercicio de suspense, coqueteando con lo sobrenatural.

A favor: Sus pocas ambiciones hacen que te sorprenda más de lo esperado.

En contra: La manía de darle vueltas a un argumento para sorprender al espectador.