La película está basada en hechos reales que sucedieron en la tribu Yakel, que reside en la isla Vanuatu.
Los directores estuvieron siete meses viviendo con los Yakel para entender sus costumbres y estilo de vida, para así poder reflejarlos bien en la película.
Este es el tercer trabajo en el que los directores Butler y Dean trabajan juntos, tras los documentales Contact y First Footprints.
La mayor parte del elenco está formada por actores no profesionales, miembros de la tribu que interpretan el mismo rol que tienen en la vida real. Así, los guerreros son interpretados por guerreros y el jefe por el jefe.