El poeta falangista Leopoldo Panero murió en el mismo lugar en que una vez nació, Astorga, en el año 1962. Tiempo después, su viuda y sus tres hijos se reúnen y recuerdan sus vivencias, entrecruzando memorias y aprovechando para cobrar deudas pendientes.
En sus relaciones es posible vislumbrar la decadencia del régimen franquista, la hipocresía y la total locura y desesperación humanas en torno, sobre todo, a los tres hijos de Leopoldo y Felicidad Blanc: Juan Luis Panero, Michi Panero y Leonardo María Panero. Son estos tres quienes se llevan el protagonismo de este estremecedor e histórico documental, dirigido por Jaime Chávarri.