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    La región salvaje
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    La región salvaje

    Goce y dolor, fantasía e hiperrealismo

    por Quim Casas

    Aunque tiene importantes elementos de ciencia ficción, La región salvaje no rompe amarras con el resto de la obra virulenta y realista de Amat Escalante. Todo lo contrario. El realizador mexicano intenta y consigue que ambos aspectos, una fantasía de ciencia ficción alienígena muy personal y el retrato seco y contundente de algunas lacras de la sociedad mexicana (y de todas las sociedades), como la homofobia y el machismo, fluyan de manera compenetrada en una propuesta que puede situarse, por momentos, en la sutil línea entre la admiración y el rechazo.

    Porque hay situaciones "desdramatizadas" en la película que pueden obligar al espectador a una inmersión distinta en relación a lo que se nos está contando. Y hay otras, las más, en las que la perturbación habitual del cine de Escalante aparece de muchas maneras y múltiples facetas: no abandonamos la violencia desgarradora de Heli, su anterior largometraje, a la vez que se incrusta una visión decididamente personal del sexo como liberación o suplicio a través de una extraña criatura procedente de algún espacio exterior que procura goce y, en teoría, poco daño. Una criatura viscosa y tentacular que penetra los orificios del cuerpo humano a la búsqueda de un placer único. Reminiscencias claras u opacas de títulos como La posesión y Vinieron de dentro de… Zulawski y Cronenberg, excelentes referentes.

    Escalante disecciona un complejo entramado familiar representado, como siempre en el director, por actores no profesionales: una pareja joven con dos hijos pequeños y el hermano de la mujer y a la vez amante del marido. A este núcleo reducido pero intenso se une una joven enigmática llamada Verónica, la primera a quien vemos en contacto con la criatura alienígena, la clave de todo el entramado fantasioso y a la vez hiperrealista que viene a continuación.

    La película abunda en situaciones y espacios de inusual libertad expresiva: los planos de diversos animales y reptiles copulando en el cráter que dejó la nave extraterrestre al llegar a la Tierra, por ejemplo, o esas imágenes entre la exaltación sexual y piadosa en la que la criatura posee a una de las protagonistas, rodeándola con todos sus tentáculos y acariciando todos y cada uno de sus orificios. La pulsión sexual es tan intensa -también en la forma de filmar los actos libres de los personajes en materia de goce, no así los condicionados por la rutina y el desencanto progresivo- como perturbadora es la visualización de la amenaza sin mostrarla. La región salvaje funciona tan bien en la sugerencia como en la materialidad de los actos, en lo que debemos imaginar y en aquello que se nos muestra en toda su descarnada dimensión.

    A favor: El equilibrio que Escalante consigue entre fantasía desmesurada y crítica social.

    En contra: Que se estrene un año después y pueda pasar como una simple “rareza”.

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