Rosalind Franklin decidió dedicarse a la ciencia con 15 años, pero por ser mujer no contó con el apoyo de su padre ni de la sociedad en general. A pesar de todo luchó por su sueño y, a los 21, se graduó en biofísica a los 21 años en la Universidad de Cambridge. Sus investigaciones supusieron un gran avance en el campo de la genética, la biología y la medicina aplicada.
Pero un cáncer se llevaba su vida con tan solo 37 años, por eso -y por el machismo imperante- su trabajo no fue reconocido en 1962, año en que Francis Crick, James Watson y Maurice Wilkins ganaron el Nobel de Medicina.