Paul Aaron, guionista de la película, resume la idea principal: "Es una variación de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, un síndrome que traen consigo muchos de los soldados que vuelven del frente. Vivir constantemente en un lugar en el que en un segundo te pueden arrancar la vida, genera un cambio del sentido de la realidad. (...) el cuerpo da todo lo que tiene acumulado… Y entonces, de repente, la guerra termina y el soldado debe volver a la vida normal. Algunos lo consiguen, otros no".
"Traté de mantenerme fiel a la historia, el uso de imágenes extremadamente duras ayudaba a captar la psicología de los personajes", comenta el director del film, Michael Rymer.
Basada en la vida de Jeffrey Coy, agente de la DEA (Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas).